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Resumen de la temporada 2014

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Como todos los años por estas fechas, toca repasar lo sucedido en la temporada recién concluida. La temporada anterior (año 2013) había sido muy floja, pero siendo objetivos esta última la vence por goleada. Por numero de carreras disputadas y por resultados,  ha sido el peor año  con creces desde que en el año 2011 volví a correr. Sin embargo,  no todo ha sido malo y analizando las cosas desde una perspectiva subjetiva la temporada me ha dejado unos cuantos  momentos inolvidables  y solo por ellos ha ha merecido la pena cualquier sacrificio asumido durante el año.

Cuantitativamente la temporada se resume en 7 carreras disputadas, con  157'53 km recorridos y apenas 17.773 metros de desnivel acumulado total. Moviéndome casi  todo el año en las últimas posiciones del pelotón, entre por méritos propios en nómina deltractorismo.


Mes
Carrera
distancia (m)
desnivel acumulado (m)
Tiempo
Puesto
enero
Transcandamia
15000
1750 (875+ y 875-)
2h:08:52
283/416
febrero
10 Km Virgen del Camino
10000
0
0h:43:26
184/594
marzo
Carrera de montaña del Alto Sil
31000
3500 (1750+ y 1750-)
5h:30:57
365/393
abril
Biosfera Trail
26000
4222 (2111+ y 2111-)
5h:48:24
200/211
julio
Batallona de Somiedo
21840
1963 (478+ y 1483-)
2h:32:40
270/480
agosto
Carrera montaña Villalfeide-Polvoreda
27690
3476 (1738+ y 1738-)
4h:27:51
127/157
diciembre
La Peña del Tren Trail
26000
2862 (1431+ y 1431-)
4h:18:39
128/143


157530
17773




Como son pocas, puedo dejar un breve apunte de cada una:

1.- TRANSCANDAMIA: Primera carrera de la temporada. Un insensato eliminó una baliza del recorrido y consecuentemente el recorrido disminuyo en 3,1 kilómetros, sin embargo, se da la paradoja de que  dado  que llegaba físicamente peor que una marmota y más pasado de peso que un osos pardo un par de días antes de comenzar a hibernar,  me hizo un favor. En la cuesta final (Anibalada) viví uno de los mejores momentos de la temporada. Con mucho público animando en la cima, fruto del enorme cansancio acumulado y de una torpeza mayúscula,  me caí y fruto de ello queda una  foto de Luis Ángel Esquibel que perdurará para  la posteridad.



2.- 10 KM DE LA VIRGEN DEL CAMINO: Primera y única incursión de la temporada en esa superficie tan extraña para mi que es el asfalto. Sin pena, ni gloria, me sirvió para constatar que soy incapaz de correr de continuo, porque ni siquiera fui capaz de completar los 10 km en un terreno llano sin caminar durante algún tramo. Definitivamente no pinto nada corriendo fuera de montaña.



3.- ALTO SIL: Es mi carrera favorita del año y cada participación es una vivencia personal. Disfruté mucho y sufrí otro tanto similar. Me quedé completamente sin piernas nada más coronar Peña Negra. Por delante unos 4 km cuesta abajo y con amenaza de cierre de control, pero conseguimos hacer meta por tercer año consecutivo. Dada la enorme dificultad existente para conseguir plaza, quizá haya sido mi última participación,  pero que me quiten lo bailao.


4.- BIOSFERA TRAIL: Otra clásica en mi calendario. Está edición tuve la suerte de compartir los 26 km con un amigo de la infancia, que vino explicitamente a correr conmigo. Una replica del Alto Sil, disfruté mucho  hasta que me quede sin piernas (empezando la quinta ascensión), lo preocupante es que no solo me quede sin piernas, si no que se acabo la gasolina en el cresteo y llegue totalmente vacío a meta. A estas alturas algo había dejado de funcionar adecuadamente en mi organismo, pero preferí esconder la cabeza y no darle importancia.



5.- LA BATALLONA DE SOMIEDO: Una de las sorpresas positivas de la temporada. Me tocó una inscripción gratuita en la Biosfera y acabe corriendo una carrera que no figuraba en mi calendario. Completamente parado desde la Biosfera  anuncié que renunciaba a correr, hasta que una semana antes me vino a ver Salva Calvo (el gran capitán de León) y me animo a correr. Hacia 14 años que no corría en Asturies y sorprendemente me salió la mejor carrera de la temporada y posiblemente una de las tres mejores carreras de montaña de los últimos 4 años. No se si fué la lluvia, la niebla, el barro, el frio o el hecho de correr en mi casa, pero me salió una carrera prodigiosa dentro de mis escasas posibilidades y encima mi "participación" coincidió con la primera victoria leonesa en 3 ediciones. Volveré, pero para correr de azul y defender los colores de los astures del norte.



6.- VILLALFEIDE-POLVOREDA: La mayor locura de la temporada. En pleno brote de Crohn, me planté en al salida con la única intención de llegar a meta aunque fuera a gatas, guiado por ese criterio tan poco recomendable y tan asturiano de "esto lo hago por mis cojones". Me salió una carrera muy digna y llena de buenos recuerdos, entre ellos la foto de Tomás Baños en cumbre del Picu Polvoreda. Llegué a meta con la reserva de combustible y el cuadro de mandos lleno de pilotos rojos de "peligro" encendido. Esta carrera me supuso  "tocar fondo" a nivel físico y decidí dar por concluida la temporada para evitar males mayores (aunque a priori  quedaba  por disputar  La Legua y Media Nocturna de Benavides, ya  no sería posible).



7.- LA PEÑA DEL TREN TRAIL: La segunda gran sorpresa de la temporada. NO estaba previsto quer empezase a correr de nuevo hasta enero, pero en la vida todo sucede por alguna razón. Apenas 4 días antes de la carrera, me tocó una inscripción gratuita y los ánimos de Tomas Baños y Jesus Linares hicieron el resto. El resultado es la carrera en la que más he disfrutado en toda la temporada (y hasta creo que en los últimos 4 años). Espero que marcase  un punto de inflexión, ya que parece que mi cuerpo por fin responde a la medicación y las sensaciones acompañan de nuevo.



 El año que viene no creo que corra muchas más pruebas, ni previsiblemente corra más rápido, pero espero disfrutar tanto o más que en esta última carrera del año, y  como en los dibujos animados solo queda despedimse con un Thats all Folks!!! (Esto es todo amigos),

Nos vemos corriendo por montaña en 2015,

Transcandamia 2015

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Por cuarto año consecutivo comienzo la temporada corriendo la Transcandamia, una prueba diferente y difícilmente clasificable que se encuentra a medio camino entre un cross alpino y una carrera de montaña al uso. Lo cierto es que me gusta esta prueba, o para ser más precisos me encanta. El 90% de mis entrenamientos discurren por algunos de estos parajes, y  en algunos senderos me conozco de memoria la distribución de los obstáculos y hasta la posición de las raíces de muchos arboles, por lo que se podría afirmar que corro literalmente en casa. 

Tras 3 largos años practicando tractorismo a un nivel muy alto (lo que viene a ser llegar en las proximidades del corredor escoba), creo que  algo ha cambiado en  esta edición. No se si influenciado por 3  buenos entrenamientos en diciembre, uno de los cuales fue en compañía de un fenómeno del trail como es  Oriol Barrrera, pero lo cierto es que vengo con ilusión por  hacer algo más que limitarme a llegar a meta. No se lo que me deparará la prueba, si me fallaran las piernas a nivel muscular como es habitual, o si acabaré fundido y tirado en una cuneta como muchos de los los participantes del Rally Dakar, pero lo cierto es que salgo con la intención de dar un pequeño salto de calidad y llegar a mitad de pelotón, lo que implica la nada sencilla misión de superar a otros 250 corredores.
En la salida con los compañeros del Club Maratón Benavides
En la salida frío, nervios y una larga espera mientras por megafonía un caballero nos tortura con una breve (que resulto no ser tan breve) elocución sobre la  historia de los pendones leoneses. Finalmente empieza la cuenta atrás y la carrera sale lanzada. Los primeros 150 metros vallados, con público a los lados  y flanquedaos por los pendones del alfoz son sencillamente alucinantes. No recuerdo haber salido tan rápido en una carrera desde categoría promesa y de eso hace ya más de 15 años. 
Primeros 200 metros de la prueba
Por ambos lados me van adelantando constantemente  galgos,  no obstante tengo la sensación de estar corriendo muy rápido y eso a pesar de que en algunas zonas sombrías la carretera tiene placas de hielo y hay que ir con prudencia. Mientras corro, voy manteniendo  un interesante debate interno y me repito constantemente el siguiente mantra "no mirés el reloj Rubén, limitate a correr y olvídate del tiempo" y en esas estoy cuando de repente suena pipipi, pipipi y el corredor que llevo al lado le dice a su  compañero "primer km en 3':43". ¡Buafff! ¡la virgen! estoy corriendo a 16 km/hora cuando mi ritmo en este tipo de carreras oscila entre los  5 y 6 km/hora. Entre el frío, las dudas y  la velocidad se ve que algún cable se me afloja en la cabeza y el cerebro me hace click. A partir de ese momento  me sucede como en los dibujos animados, cuando  a los personajes se les aparece un ángel y un diablo y les van aconsejando que hacer, lo que sucede es que a mi los que  se me suben a los hombros son  un mecánico de tractores de Villablino y elingeniero de pista de Fernando Alonso en Ferrari. A partir de este momento la locura se apodera de mi. El primero en contactar conmigo  es el mecánico:"¡cagu'n mi mantu! Que nun yes el camión de Antonio Albacete ¡ho! frena ya que-y vas a quemar el motor al tractor", a los 10 segundos es el ingeniero el que toma las riendas " Push bisonte, push, you are faster than Pablo Villa". Uno hablando en leonés y otro en inglés, uno mandando frenar y otro acelerar, así vamos mal chavales, a este paso no llegamos ni al aeródromo. ¿ Y a  quien le hago caso, al cenizo del mecánico o al fantasma del ingeniero? Nada Rubén, a estos 2 ni puto caso, tira de sabiduría popular  y "ante la duda la más tetuda", mantén el ritmo y hasta donde buenamente llegues. 

Km 2 de la prueba
A los 2,6 km y tras bajar unos 500 metros por pista, nos encontramos con el primer subidón de la carrera. Miro a mi compañero de Equipo Mario  que va a mi lado y le digo que se acabo el calentamientos y que  aquí empieza la Transcandamia

Primera subida de la Transcandamia (ya en el interior de los Pinos)
Coronamos el primer repecho, cogemos un estrecho sendero, una  bajada muy rápida, una subida pronunciada y llegamos a la pista del aeródromo.

Subida que conduce a la pista del aeródromo
 Pista llana y para correr muy deprisa ¿y ahora que Rubén?¿aflojamos o seguimos rápido?¡Ummm!  ¿A que hemos venido bisonte? A jugar....pues que leches, juguemos.  Usa el comodín del público y a por todas. Decidido,  seguimos a fuego y que dios reparta suerte. Bordeamos el aeródromo y entramos en una bajada larga, tendida y muy rápida que te lleva  hasta los pies del Portillín. Por radio me llama el mecánico "Camín xeláu, precaución y vete polo segao figura" , hombre por fin  un mensaje coherente. Muchas gracias socio. He bajado por esta senda cientos de veces y generalmente suelo bajar como si escapara del mismísimo diablo, pero efectivamente hoy  el camino sin estar muy mal, presenta tramos con hielo y es mejor ser conservador, por lo que bajo reteniendo y no lanzo mi peso como en otras ocasiones , pero aún así consigo adelantar a unos cuantos corredores. Llego abajo, paso junto a Moja y soy consciente de que se acabo la fiesta.
Llegando a los pies del Portillín
Mensaje del ingeniero "Be carefull, red light in the control panel, the motor is overheated"
Gracias fenómeno , pero  para saber que el motor va sobrecalentado no necesito a ningún ingeniero de Ferrari. El Garmin marca 5,6 km y 27'45" (4':58" minutos/km) estoy corriendo el doble de rápido de lo habitual ¿como va estar el motor? si lo raro es que no haya explotado ya.

Empieza la subida, y  toca caminar mucho y cuidar piernas que todavía queda un mundo a meta . Y entramos en la parte más guapa del recorrido. Una sucesión interminable de bajadas de vértigo, subidas para dejarse las uñas y preciosos senderos entre pinos,  incluida nuestro particular tramo de  Spartan Race en versión  leonesa, la subida conocida como Senda de los Leñadores.

Senda de los leñadores
Agachate y pasa por debajo de 2 troncos, ahora estírate y salta un tronco a un metro del suelo estilo hipico, sin darte cuenta coronas un tramo, de nuevo  bajada rápida por el borde de un terraplen y llegamos a la parte más baja del recorrido, apenas 500 metros llanos y mensaje por rádio "box, box, box in this lap", a 100 metros aparece el primer avituallamiento del día. Parada muy rápida, el agua está helada y quema la garganta. apenas 2 -3 tragos y para arriba por la empinada cuesta del mirador. uffff!!! en lo alto de cada cuesta hay gente animando sin cesar "animo bisonte""vamos Rubén"" arriba tractorista"¡joerr! de verdad que me suben en volandas.

Una de las múltiples subidas en la zona de los toboganes
Otra panóramica de la misma cuesta
Cada uno que baje como pueda
Tramo pronunciado de bajada 
Otro tramo de subida para dejarse las uñas
Tramo técnico de bajada en la cuesta de las culadas
Para arriba voy perdiendo posiciones y para abajo no soy capaz de recuperarlas porque los senderos son estrechos y aunque los que me preceden llevan menos ritmo que yo, no es fácil adelantar en este tipo de terreno, un mínimo error de calculo y estás fuera de la carrera. "Nun hai prisa Bisonte, cuida los neumáticos que tamos lloñe de meta" gracies mecánico, vamos por el buen camino. Por los sombrios senderos han pasado ya muchos corredores, en algunas zonas empieza a aparecer el barro y las zapatillas empiezan a presentar problemas de adherencia. ti,ti,ti,ti  nuevo mensaje del ingeniero  "Be carefull man, oil on road"¿aceite? pero de que universidad vienes figura, como no vaya perdiendo aceite alguno de los de delante, a esto en Léon lo llamamos Barro y se forma cuando la vegetación  desaparece de zonas húmedas y con terreno arcilloso, ahora vas y se lo cuentas a tus compañeros de master. Abandonamos los pinos y entramos en Las Lomas por la pista que lleva a la Candamia. Ya  quedan solo  unos 9 km a meta. Un  par de subidas duras, la complicada bajada del cresteo y la ya archiconocida cuesta de los perros.

Preciosa imagen del cresteo con la ciudad de León al fondo

Otra panorámica del cresteo
Me obligo a correr en los tramos de transición para recordarme que este viejo tractor tiene más de 2 marchas. Subimos la cuesta de los perros y casi llegando arriba me  encuentro con Javier Fernández "el presi" del Cumbres de León que está encaramado en un alto como un muflón pirenaico. Un último esfuerzo y estoy en la meseta de Las Lomas. Por delante unos 6.5 km para correr y un ultimo km para sobrevivir. Intento correr pero las piernas no responden. Estoy a punto de darme la vuelta para buscar los gemelos y los pulmones que se me han quedado en esta ultima subida, pero me conformo con agachrame para apretar  los cordones de las  zapatillas y recobrar el aliento. Nada,  las piernas siguen sin responder, es una sensación extraña, como si corriera con retardo o con las piernas de otro.

¿Que le pasa a mis neumáticos mecánico? " Parez que tienes  blistering en les ruedes del tractor, trata de mantenete en pista y nun dexes de correr" O.k,  entendido jefe, sigo tus instrucciones. Bajada rápida hacia Puente Castro, comienza subida y nuevo mensaje de radio "box, box, box in this lap". Efectivamente segundo y último avituallamiento del día,  a los pies de la subida al deposito de agua. Aprovecho para ingerir alimento solido y sin dilación a pista de nuevo. Poco a poco obramos el milagro, las piernas vuelven a responder y mejoran las cosas. Por primera vez en casi toda la prueba soy yo el que adelanto corredores y no viceversa ¡subidón de moral!. Comenzando la subida a las antenas y  empieza a sonar la BSO de Conan en mi MP3, mensaje  por radio " Aprieta los dientes bisonte y da-y duru. Failo pol espiritu de Jorge Sanz" ¡Ostras!, pura magia, me imagino la escena inicial de Conan el Barbaro, con el pequeño Jorgito y el saqueo de su aldea y es que si me dan una espada lío la  de la San Quintín.  Llegamos a las antenas (punto más alto de la prueba), atravieso el sendero de pinos y último tramo del día para corrrer  (1'5 km prox). Empiezo a ir cada vez más rápido 4':27"... 4':08".... 3':57" min/km (y eso que voy con 18 km en las piernas) ¡esto mete miedo por la cabeza! ,me siento como Vin Diesel en el papel de Toreto conduciendo un coche tuneado en "fast and furious", es como si a este viejo  tractor le hubieran activado el botón del oxido nitroso.  Un poco  más abajo y cuando apenas quedan 2,5 km a meta, alcanzo  al gran  Rubén Nembra , uno de esos tíos que merecen la pena y que son una institución en el trail asturiano.

Coronando la cuesta de los chalets
Bajamos la cuesta del mirador (este año sin chocolatada), subimos por la pista  que conduce a  los chalets y para rematar bajada muy rápida por el cortafuegos. 

Tramo intermedio del cortafuegos
Posando para Luis Angel de Media Maratón León

Bajando al galope el tramo final del cortafuegos

Cruzando la pista, antes de encarar la subida final camino de la Anibalada
 Por primera vez en cuatro años llego abajo sin calambres (un  milagro), un ultimo arreón y sin tiempo para pensar,  me veo entrando en el sendero de las raíces que te conduce a la puerta del mismísimo  Mordor. Ya se escuchan el cencerro y  las voces de la gente de fondo, y los musculos se tensan preparandose para la gran  batalla final. De repente giras a la derecha y te das de bruces con la ya archiconocida Anibalada, cuna de alguna de mis mejores "gestas" deportivas. Ufff!!! toda esa gente arriba animando y lllamandote por tu nombre. No se si queda algo en el deposito de gasolina, pero esto hay que subirlo aunque  sea por eso tan asturiano de esto"lo hago por mis cojones".

Este año la Anibalada tiene 3 tramos claramente diferenciados: primero una subida vertical con cuerda, un segundo tramo de transición de "falso llano" con un repechín final y por último una subida estrecha y vallada con la linea de meta al fondo.
Mario Rego subiendo el primer tramo de la Anibalada
Coronando el primer tramo de La Anibalada
Comenzamos el tramo inicial,  unos 5 metros a gatas hasta agarrar la cuerda, agacho la cabeza, concentración para evitar sustos  y para arriba sin mucho estilo. En esas estoy cuando sorpresivamente  por detrás sufro el ataque de una "mosca cojonera".  No se si es porque los bisontes tenemos los huevecillos pequeños, redondos y pegados la culo como los tigres y son una especie de reclamo o sonajero en las cuestas pronunciadas para aquellos a los que precedes o  por el contrario la razón es que  los fotógrafos de la cumbre, en busca de una instantánea mítica que les garantice un Pullitzer,  han contratado sicarios deportivos cuya misión última es desconcentrarme para que la vuelva  a liar parda como el año anterior, pero lo cierto es que  cada 2 pasos noto que una  mano inocente me toca los genitales, me giro con un movimiento grácil y descubro que el artista y creador de esta  performance  resulta ser eldemonión de Nembra, genio y figura hasta la seputura. ¿Serás castrón paisanu? Me da la risa floja  y  así no hay dios que se concentre. Aún con todo consigo coronar y afronto un falso tramo llano (por decir algo) que a estas alturas ya se encuentra  en bastante mal estado.

Segundo tramo de la Anibalada

Segundo tramo de la Anibalada una vez han colocado la segunda cuerda
 Llega un momento en que las pezuñas ya no me agarran absolutamente nada, las piernas se bloquean y soy incapaz de avanzar ni un solo paso. Oigo a Ivan Losa decirme  que le de la mano,  que me ayuda a subir, pero  tengo miedo de llevármelo conmigo para abajo (son 96 kg a remolcar y para eso hacen falta una grua). Al final le hago caso y literalmente me sube al peso (muchas gracias maestro). Poco después de pasar, me enteré que la organización con buen criterio,  había tirado una  segunda cuerda  para superar este tramo.  Por fin salto un ultimo tronco que está tirado en el suelo  y enfilo la tercera y última parte de la Anibalada. Me pasan 2, 3 y creo que incluso un cuarto corredor, pero lo cierto es que me da lo mismo, mi guerra es otra diferente. Apenas 25-30 metros me separan de la pancarta de meta  y un estrecho pasillo bordeado por vallas y repleto de público es mi particular pasarela Cibeles..

Pablo Villa afrontando los últimos metros de la prueba
Subida final, a escasos 20 metros de meta
¡Vamos bisonte!¡Un último esfuerzo! Agacho la cabeza, manos a las rodillas y para arriba con el deposito en reserva. Ya no hay de donde tirar, pero no hace falt., son los gritos y los ánimos de la gente los que te suben. ¡uffff! Se te ponen los pelos como escarpias, si esto es  así,  no me quiero imaginar lo que puede ser Zegama.

Una última zancada y estamos arriba, apenas a un par de metros me separan de la meta. Me detengo,  miro atrás y decido esperar al señor Rubén Solis. En el  nivel en el que yo me muevo,  los puestos y los tiempos carecen de mayor trascendencia, son las experiencias y momentos como este los que perduran en el recuerdo y los que le dan sentido a este deporte. Llega el demonión nos fundimos en un abrazo y entramos  juntos en meta.

Entrada en meta con el gran demonión de Nembra
Estoy literalmente fundido, desconozco puesto y tiempo, pero no me importa, porque hoy me he vuelto a sentir corredor por un rato Unas palabras con otro grande Oriol Barrera (cuarto en meta) y finalmente sale la clasificación y escucho las voces interiores de mis 2 compañeros  de aventura en el día de hoy"bravo, bravisimo Bisonte, Weldone""ta fechu collaciu, ta fechu"

Quería llegar a mitad de grupo en el puesto 250 y Al final he conseguido una  digna posición 145  (sobre 500 inscritos y 434 corredores en meta), con un tiempo para completar los 21 km y superar los 2008 metros de desnivel acumulado (1004 positvos y 1004 negativos) de 2h:20':48" a solamente 48.48" minutos del ganador que fue el fenomeno de  Pablín Villa con un tiempo de 1h:38.00". Y digo solamente porque  aunque 48 minutos son un mundo, no es nada   para alguien que suele llegar a entre 2h:30 y 3 horas del primero generalmente.

¿Y como acabamos esto? Con unas cuantas reflexiones:

1.-  Lo primero dando las GRACIAS A TODAS Y CADA UNA de las personas que han colaborado como voluntarios y/o como parte de la organización  para que este fantástico proyecto que es la Transcandamia haya salido adelante y a todos y cada uno de los que habéis estado animando a  los corredores por esos terrenos silvestres de los Pinos. No sabéis lo que se notan esos gritos de ánimo cuando las fuerzas flaquean. Para mi ha sido una experiencia única recibir los ánimos y sentir el cariño de tanta gente (muchos que ni siquiera tengo el gusto de conocer), si hoy me he sentido especialmente orgulloso de ser uno más en  esta fantástica  tierra y de representar a esta ciudad es gracias a vosotros

2.- Un lujo haber podido  conocer en persona  por fin a Franchu, otro de esos caballeros que merecen la pena y que trabajan mucho y bien de manera desinteresada en favor del atletismo leones. Sin Running León y sin Media Maratón León, no es posible entender el mundo de las carreras populares en esta tierra.

3.- A titulo personal me voy de esta prueba con unas sensaciones estupendas. En lo personal desbordado por todo lo vivido y en lo deportivo muy  contento por  comprobar que puedo aspirar a algo más que acabar carreras. Veremos si lo de hoy solo ha sido un mero espejismo o por el contrario soy capaz de mantener esta progresión a futuro. Parafraseando al Neil Amstrong "hoy ha sido un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto (de calidad) para el bisonte"

4.- Una última reflexión, esta prueba es una mina y tiene un potencial enorme. Es diferente, es dinámica y se desarrolla a las afueras de una ciudad de 150.000 habitantes. El potencial es inmenso  y hoy ha quedado sobradamente  demostrado. A ver  si por una vez en esta tierra, organizadores, corredores, medios de comunicación y esponsors unimos fuerzas y le damos un empujón entre todos a la prueba.  Parece una salvajada querer compararla  con  Zegama y a día de hoy lo es, pero con semejante progresión ¿quien sabe lo que sucederá a futuro?  dejémosla crecer y veremos hasta donde son capaces de llevarla los chicos de Interval.

Próxima parada a priori: ALTO SIL (mi carrera favorita de la temporada)

Liebster Awards

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Y para finalizar el mes de Septiembre, hoy  me toca escribir una entrada completamente diferente a lo que es  habitual en este blog. El  motivo es que inesperadamente

VIENTU NORDÉS, ha sido premiado con unLiebster Awards.

En mi caso ha sido el administrador del blog: Aventuras y desventuras de un corredor  quien me ha premiado en los citados premios.


Y llegados  a este punto, lo que toca es responder a la pregunta¿qué son los Liebster Awards?

Pues sencillamente un premio totalmente simbólico, de bloggers, entre bloggers y para bloggers, también conocido comoBest Blog Awards, y que no es nada más (y nada menos) que una forma cariñosa de apoyar, motivar, publicitar, promocionar y difundir el trabajo de blogs de reciente creación o con menos de 200 seguidores.



Una iniciativa interesante, solidaria y cariñosa, cuya finalidad principal es agradecer la labor de otros compañeros que además de compartir nuestra pasión (en mi caso las carreras), tambien le dedican tiempo desinteresadamente a contar sus vivencias en un blog. Con esta iniciativa se trata de ayudar a promocionar su labor y tratar de hacerlo visible con el fin de conseguir incrementar su difusión.


Las normas a seguir que implica la aceptación de este  premio son las siguientes:

A) Nombrar y agradecer el premio a la persona o blog que te lo concedió.
B) Responder a las 11 preguntas que te hayan formulado.
C) Conceder el premio a 11 blogs y proponerles 11 preguntas para responder.
D) Visitar los blogs que han sido premiados junto con el tuyo.
E) Informar a los blogueros de su premio.


Como más que encantado, acepto el premio. No seré yo el que no continúe con esta bonita iniciativa.

A) Agradecimiento:

Aún siendo un reconocimiento meramente simbólico, agradezco de corazón aAventuras y desventuras de un corredor,que me haya otorgado el premio. 

B) Respuestas a las preguntas que me planteaban

1) ¿Por qué escribes un  blog?  Para llevar un seguimiento de mi actividad como corredor. Es un especie de diario abierto, donde dejo plasmados mis tiempos, mis puestos y sobre todo mis impresiones, sensaciones y reflexiones, con el fin de poder echar la vista atrás dentro de unos años y tener una referencia en primera persona de como ha sido mi evolución como deportista. Entiendo que es la mejor manera de aprender de los errores propios, porque lo que esta escrito no se puede ni negar, ni ocultar.

2) ¿Que pretendes trasmitir a tus lectores?  Por encima de todo mi pasión por el deporte y en especial por las carreras de montaña. Soy un corredor de nivel "medio-bajo" así que lo único que puedo trasmitir es admiración por la montaña y respeto por otros compañeros corredores.

3) ¿Que te inspira a la hora de escribir una nueva entrada?  Fundamentalmente las carreras que disputo (95% de mis entradas), el 5% restantes proviene de diferentes motivaciones como la recepción de este premio simbólico.

4) ¿Quien te gustaría que leyese tu blog? Nadie en particular, solo otros corredores populares que compartan mi pasión por las carreras a nivel muy básico. Hombre, si un día se pasasen por el blog Kilian Jornet, Iker Karrera, Miguel Ángel Heras, Santi Obaya o mis paisanos Salva Calvo, Pablo Villa o Manuel Merillas tampoco me importaría, más bien sería todo un honor.... pero la realidad es que a ellos no se les ha perdido nada aquí (no les aporto absolutamente nada), lo único reseñable es que  acostumbrados a correr a los ritmos a los que ellos van,  Igual se asustaban de ver lo despacio que corremos algunos por montaña.

5) ¿Que te aporta tener un blog?   Es mi cuaderno de bitácora como navegante y al mismo tiempo el faro que me ilumina el camino de lo que me gustaría hacer en un futuro a nivel deportivo. Leyendo las crónicas antiguas veo de donde vengo, el porqué me han pasado algunas cosas en carrera  y como las puedo solucionar para no repetir errores en el futuro.

6) ¿Que crees que aporta tu blog a los lectores? Esta pregunta no debería contestarla yo, si no ellos. En principio es un blog muy personal, supongo que no les aporto nada distinto a los demás ni nada especialmente reseñable, solamente quizá las aventuras y desventuras de otro corredor del montón (de la mitad para abajo del montón). Lo único realmente reseñable es que en las crónicas de montaña procuro colgar muchas fotos y detallar mucho los recorridos para que pueda servir como referencia futura para aquellos corredores que nunca han disputado la prueba.

7) ¿Cual es tu post preferido? Sin lugar a dudas la "Carrera de montaña Alto Sil 2013" por múltiples razones. Por el espectacular paisaje nevado, por las enormes dificultades metereólogicas, por la organización y por encima de todo, porque es la prueba en la que más he sufrido en mi vida y en la que más cerca he estado de retirarme (y nunca me he retirado en 38 años). Cruzar la linea de meta tras 6 horas de esfuerzo continuado fue una de las mayores satisfacciones de mi vida a nivel deportivo.

8) ¿Te has sentido alguna vez presionado por llevar mucho tiempo sin subir ninguna entrada?  No. Es un blog muy personal y sin grandes pretensiones.  Eso explica que apenas lleve 10 entradas en los últimos 9 meses. Mi filosofía es " si no tengo nada que aportar, mejor no escribir nada (aunque esto tambien es muy relativo y habrá mucha gente que entienda que no aporto nada nunca,  si bien es cierto, que en estos casos lo lógico es que no entrasen en mi blog)"

9) ¿Además de en tu blog, escribes en otros medios? Solo escribo en mi blog. No obstante, siempre que  mis  limitaciones de tiempo me lo permiten, procuro entrar en blogs de otros compañeros corredores a los que sigo, para ver sus  evoluciones y escribir algún comentario en alguna de sus entradas .

10) ¿Cuando planificas una carrera, salida al monte o excursión, piensas en ponerla en el blog, o según salga decirles ponerla o no? Todas las carreras que disputo llevan asociada una entrada en el blog más o menos extensa. Los entrenamientos los colgaba los primeros meses, pero en seguida me cansé y los deje de poner y por limitaciones de tiempo y salvo las carreras, nunca suelo realizar salidas al monte o excursiones.

11) ¿Como ves tu blog dentro de un año? Pues supongo que muy parecido a como es ahora. Espero no contar tantas desgracias (porque ahora más que un blog parece la sección de sucesos de un periódico). Espero no cansar mucho a los pocos seguidores que tengo y que aún me aguantan y no perder las ganas de seguir contando  las aventuras y desventuras de este loco que corre muy despacio por montaña.



C) Ganadores:

Para definir mis 11 ganadores , he elegido aquellos blogs que más me han aportado como corredor, de los que más aprendo y con cuyos administradores más afinidad mantengo. 

Y mis 11 elegido son:


    Las preguntas que planteo son:
    1. ¿Por qué razón empezaste a escribir un blog?
    2. ¿Que cosas harías diferentes en tu blog, si pudieses volver a empezar?
    3. ¿Qué crees que atrae a los lectores de tu blog?
    4. ¿Quien te gustaría que leyese tu blog?
    5. ¿Cuanto tiempo dedicas a preparar las entradas y a actualizar tu blog?
    6. ¿Tienes por costumbre contestar los comentarios que los lectores hacen en tu blog?
    7. ¿Cual es tu entrada  favorita en el  blog?
    8. ¿Cuando vas a las carreras sientes que te conoce más gente gracias a tu blog?
    9. ¿Le das mucha importancia al número de visitas que recibe tu blog?
    10. ¿Obtienes algún beneficio económico por patrocinio u otros medios por escribir en tu blog?
    11. ¿Cómo ves tu blog dentro de un año?
    D y E)Ya he visitado los otros  blogs que han sido premiados junto al mio y ahora procederé a notificar a los 11 blogueros que yo he elegido.

    Y como explicaba al comienzo del post, con  esto finalizo una entrada completamente diferente a lo que publico normalmente y que en el fondo solo sirve como reconocimiento tácito y como formula para que diferentes blogueros se acaben conociendo entre ellos.

    Y ahora a descansar hasta los 10 km Ciudad de León que será mi  última carrera de esta temporada.

    Nos vemos corriendo,

    Haciendo la culebra

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    Diez  días exactamente es lo que me duró este año la ilusión por realizar una buena temporada. Exactamente el tiempo que  tardé en disputar la Transacandamia. Al final paradójicamente, un buen resultado acabo resultando un mero espejismo en las cálidas arenas del desierto deportivo por el cual transito desde hace tiempo.

    En 2 semanas llega mi carrera favorita del año y las expectativas no son muy halagüeñas. Apenas 7 entrenamientos en 6 semanas (unos 70 km acumulados) es un bagaje muy pobre para practicar una disciplina deportiva donde el entrenamiento representa el 80% del resultado final. NO hay JUSTIFICACIÓN, NI DISCULPA posible. Ahora toca meterse la pechada y tratar de arreglar en apenas 14 días lo que no fui capaz de hacer en las seis semanas previas, y para ello previamente debo derrotar a la apatía, la desgana, la desmotivación y todos esos demonios interiores  que a veces nos invaden y nos desvían de nuestros objetivos

    Llega la Carrera de Montaña del Alto Sil y la experiencia me dice que el sufrimiento y la diversión van estrechamente ligadas en una prueba muy dura y al mismo tiempo muy especial para mi. En cualquier caso y apelando a la heroica como es habitual, trataré de llegar  a meta  aunque sea convertido en culebra, es decir, arrastrándome y reptando como la modelo de la foto. Así que ya sabéis, si veis una culebra a royas rojas y blancas (me distingo de otras culebras por mi reconocido uniforme de rayas), no la piséis y tratar de animarla a muerte, porque soy yo y me van a hacer falta todos los apoyos posibles.

    Nos vemos en Santa Cruz del Sil





    Camino del Alto Sil 2015

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    El Bisonte del Carbayedo camino del Alto Sil 2015


    Aristoteles fue sin lugar a dudas uno de los filósofos más influyentes y brillantes  de la antigua Grecia. En el siglo IV A.C enunció su postulado sobre ética, en el cual afirmaba que la virtud en las personas, se encontraba en el Mesotes, también conocido como justo medio Aristotélico y que no era otra cosa que  un termino medio, armónico o virtuoso, entre conductas extremas o desmedidas. Dicho de otra manera el "Valor" es un justo medio o un equilibrio entre 2 valores extremos "la temeridad" y "el miedo".

    Por suerte o por desgracia, mi sangre y mi acervo cultural no proviene de la Grecia clásica , si no de pueblos celtas del norte, pueblos bárbaros más dotados para la guerra que para el arte o el comercio,  quizá eso pueda explicar porque extraña razón en  6 semanas apenas fui capaz de correr 70 km y en los últimos 10 días, poseído por el espíritu de Forrest Gump, haya sido capaz de recorrer 101 km. Quería llegar al Alto Sil con las patas duras y voy a llegar con las piernas pesadas  como ruedas de molino.

    Gracias al señor Roberto Dieguez, por sus consejos y por darme el empujón que necesitaba  en el momento justo para poder arrancar. Ahora ya está todo el trabajo hecho, me quedan 4 días de descanso para asimilar la infame galopada y confiar  que los viejos dioses celtas de mis ancestros estén de mi parte en la Sierra de Gistredo.

    Sin alrades, pero confíorn  que este año el Bisonte del Carbayedo no le va a dar mucha guerra al corredor escoba.

    Nos vemos en Santa Cruz

    Perfil Alto Sil 2015

    Carrera por montaña Alto Sil 2015

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    Estamos a miércoles y verme subir y bajar escaleras es más triste que asistir en persona a la muerte de Chanquete. Mi velocidad de desplazamiento y mi carencia total de movilidad hacen que a mi lado Robocop parezca un bailarín de break dance. Entre amigos y conocidos, y entre risas por lo cómica de la situación,  se suceden siempre los mismos comentarios: "estás muy  loco", "eso que haces no puede ser bueno para la salud", "te estás quitando años de vida", incapaces de comprender en su calidad de profanos, que contrariamente a lo que piensan, estas supuestas "locuras" son las que me dan la vida. Y es que hace ya tiempo que las carreras por montaña se han convertido en la brújula que señala el norte en mi estado de ánimo, y de todas las pruebas,  el Alto Sil es precisamente la más especial. Una vez expuesta esta  breve reflexión , aquí os dejo mi particular visión de la prueba.

    Por estos preciosos parajes discurre la Carrera de Montaña Alto Sil (este año sin nieve)
    A las 5 de la mañana suena el despertador y me levanto de la cama con la agilidad de una gacela y la potencia de salto de un saltamontes. Por fin ha llegado el día que llevo esperando con impaciencia los últimos 2 meses. Los nervios no me han permitido conciliar más de 3 o 4 horas de sueño la noche previa, pero nada importa. Hoy es mi carrera favorita del año y todo queda en un segundo plano. Los 2 meses que estuve sin hacer casi nada o los 10 días de sobreentrenamiento para intentar arreglar el desaguisado previo ya son historia. Desayuno ligero y arrancamos viaje en la magnifica compañía de  Roberto Dieguez y Cesar Rasta.

    A las 8 llegamos a Santa Cruz. Es pisar al aparcamiento y empezar a disfrutar  del espectacular ambiente. Esta prueba es mucho más que una carrera en si misma, o mejor dicho, quizá la carrera solo sea la disculpa y todo lo que se mueve alrededor sea lo realmente importante. Es tiempo para  intercambiar sensaciones con otros corredores y saludos con los múltiples amigos y conocidos que allí se concentran. Recojo la bolsa del corredor y me encuentro con la primera sorpresa. Me ha tocado el dorsal 444 ¡joeer! que número tan pintoresco. No es el 666 que por ser el número de la bestia está reservado al  demonión  Rubén Nembra, pero si parece un número especialmente reservado para un futurible anticristo del trail, una suerte de Little Nicky versión corremontañera (no debemos obviar que el tractorismo es al mundo de las carreras por montaña, lo que el tocino al mundo de la velocidad)

    Salida de la prueba en  Santa Cruz del Sil
     Llega la hora de ponerse el uniforme de batalla y como es habitual en mi, entro en el cercao de meta sin mucho margen para la salida. Veo a la mayor parte de los miembros de la Comunidad del Tractor, pero  echo en falta a un miembro insustituible de la misma, Tomás Baños que sigue en el dique seco por culpa de una lesión. Comienza  la cuenta atrás y puedo sentir como la euforia se apodera de mi... 4,3,2,1,  estamos en el aire. Hoy me toca compartir expedición con don Jesús Linares, un autentico espartano, un tío muy grande en todos los aspectos y con el que te lo pasas de miedo . Solo queda desear que los dioses nos sean propicios y que avancemos con viento a favor. Salimos a cola de pelotón y en compañía de los corredores escoba (se ve que en vista de que cada vez hay más tractoristas, la organización ha optado por reforzar la posición de escoba para evitar incidentes). Al poco de salir del pueblo nos cruzamos con Aritz Egea que abandona la prueba en ese momento. Lo primero que pienso es que este año con llegar a meta, ya podré decir que me he pasado por la piedra a uno de los grandes de este deporte. 
    Momento en el que adelanto a Aritz Egea (Al fondo y con chubasquero azul)
    Primer km de la prueba (ahora a por Zaid Ail Malek)

    Voy de maestro de ceremonia con 2 debutantes animosos: Jesus y Laurina Blanco, a los que debo frenar constantemente, recordándoles que esta carrera  es muy larga y el secreto es guardar energías ahora para no llegar al final fundido. Es por ello que subimos el primer pico caminando de continuo,  momento que aprovecho para intercambiar impresiones con Roberto Gonzalez, experimentado montañero, buen escritor e inmejorable embajador  de esta fantástica tierra que es el Bierzo y con quien ya tenía ganas de coincidir. Es lo que tiene practicar tractorismo,  correr  no correré un carajo, pero en carrera tengo más vida social que Carmen Lomana entre la Beautiful People de Marbella.

    Bajando de La Chañada por el cortafuegos
     Kuko, Jesús y nuestro particular HobbitJuan Jose Prieto con el Muro de fondo
    Coronamos La Chanada, bajada de vértigo por el cortafuegos, atravesamos el riachuelo y ¡zas! este año toca mojarse los pies a las primeras de cambio. No me hace ninguna ilusión correr casi 30 kms adicionales con los pies mojados por miedo a la formación de ampollas, pero es lo que hay.

    Subiendo el Muro
    Coronamos el Muro en aproximadamente 1 hora de tiempo. Vamos según el horario previsto y además nos hemos podido juntar la Comunidad del Tractor en su totalidad ( Jesús, Laurina, Veronides, Juan Jose, Kuko y Paquito). Salimos del avituallamiento y según el cuaderno de bitácora, ahora toca correr hasta Páramo del Sil  para evitar problemas con el fuera de control. Arrancamos al trote y nos encontramos con que este año la bajada es por un cortafuegos. Nos tiramos para abajo Jesús y yo y vamos adelantando corredores. Jesús baja como una moto,  lleva buenas piernas y en algunos tramos me cuesta seguirle el ritmo. Llegamos a Páramo, nos detenemos en el primer avituallamiento sólido del día y desgraciadamente nos encontramos con el primer imprevisto serio de la jornada. Jesus se quita el calcetín y descubre que tiene una ampolla considerable en uno de sus talones. Solicitamos la asistencia médica de la Cruz Roja e  intentan solucionar el problema, pero las molestias persisten. Por delante quedan unos 22-23 km y no parece oportuno jugársela con un pie en mal estado, así que Jesús con buen criterio, decide que lo más prudente es abandonar en esta ocasión. ¡¡¡Joder que rabia!!!. Tenía motor, piernas y motivación. Acababa la prueba seguro, pero en esta disciplina los imponderables son mucho más frecuentes que en otras disciplinas deportivas.

     Me despido de Jesús y arranco en compañía de 2 percherones de los mios:  Kuko y Paquito. Apenas a discurrido un kilómetro y medio, cuando en un tramo de pista sin ninguna dificultad, Paquito tropieza con una rama de escoba y cae al suelo. Se levanta y parece una caída sin complicaciones, pero vemos que en la rodilla izquierda aparece un corte. Junto a nosotros se detiene otro corredor (muchas gracias por tan deportivo gesto), saca  un botiquín e  intenta poner unos puntos de aproximación de tela y vendar la herida, pero al final no hay solución posible, la herida es muy profunda y no tienen buen aspecto. Ese corte solo se soluciona con puntos de sutura y mejor desinfectar como dios manda la herida, por lo que Paquito decide que lo más prudente es darse media vuelta y volverse al pueblo.
    ¡Me cago en el demonio pinto! Estas cosas pueden pasar, pero a este ritmo en lo que queda de carrera  me cargo a la decima parte de mis competidores. Con las 2 paradas por lesión, creo que he desperdiciado gran parte del colchón de tiempo que llevaba acumulado pero es lo que menos me preocupa en este momento.  Arranco en solitario la larga  subida a La Campona y a media subida me encuentro con Jesus Rubial, corredor del Cumbres de Léon al que no conocía personalmente y en compaña de quien haré gran parte de la prueba. Subimos cómodos a ritmo, charlando hasta coronar La Campona. Llegando arriba vemos una gran humareda  y cuando llegamos  al avituallamiento , nos percatamos que es parte de La Cabaña lo que está ardiendo. 
    Coronando el alto de La Campona
    Nos tiramos para abajo camino de Primout en un tramo muy rápido de descenso. Para bajar bien hacen falta 2 cosas: piernas y confianza y hoy parece que las 2 cosas acompañan. Bajo a buen ritmo con Jesus a mi espalada hasta cruzar la portilla y entrar en esta preciosa aldea semiabandonada de Primout.
    Este es mi avituallamientop preferido, asi que toca parada larga en boxes. Tiempo para hablar con los amigos gallegos del Coutadas Trail Team con los que ya había coincido el año pasado y existe muy buen feeling, para beber vino a morro de una bota y para estirar con calma.


    Entrada a la preciosa aldea de Primout
    Salgo del pueblo tras 5 minutos de parada y me adentro en el camino que bordea el río. Este es mi tramo favorito y voy con ganas de correr. Arranco a ritmo alegre y para poder motivarme intento superar al mayor numero de corredores posibles. Este año la parte inicial  está mucho mejor que en ediciones anteriores. A medida que voy avanzando empiezan los tramos de río y este año hay zonas  que parecen manglares, troncos atravesados en el suelo, que debo pasar casi reptando como una culebra, ramas que cuelgan hasta el suelo casi como lianas, lo cierto es que poco a poco voy perdiendo ritmo y empiezo a notar cansadas la piernas. Finalmente alcanzo La Braña de Santa Cruz . Ya llevo 4 horas de esfuerzo y soy un tractor eléctrico con escasa autonomía (una especie de Renault Twizy a gran escala y en versión maquinaria agrícola), por lo que soy plenamente consciente que se está acabando la fiesta

    Cruzando el río en la Braña de Santa Cruz

    Parada muy rápida en la cabaña, cruzo  las aguas heladas del río, 500 metros de falso llano descendente, giro a la derecha  y arranca la ascensión al Pico Negro.

    Tramo final de ascensión al Pico Negro (foto de Rubén Fueyo)
    No creo llevar ni 250 metros de subida, cuando noto sensación de frío y decido pararme para beber y abrigarme con el chubasquero. Un breve  respiro y de nuevo a la batalla. Voy muy atrancado de piernas y no tengo ninguna frescura. Muscularmente ya voy muy justo, pero no queda otra que agachar la cabeza, apretar muy fuerte los machos y tirar para arriba. La subida se me hace muy larga y voy con amago se calambre en la parte interna de los muslos de ambas piernas, pero finalmente consigo coronar. Ya solo queda la bajada hasta Santa Cruz, pero las 3 ediciones previas siempre he cascado en este punto. Sin pensarmelo demasiado me lanzo cuesta abajo y utilizando el argot ciclista, digamos que tengo mi "minuto bueno" y bajo como un obus. El espejismo dura aproximadamente unos 500-600 mestros que es lo que tarda en encenderse el piloto rojo en el  cuadro de mandos. GAME OVER BISONTE, te acabas de quedar completamente sin piernas. Los cuadriceps, que ya están hasta el tuétano de empujar mis 98 kg durante casi 30 kms, deciden que hasta aquí han llegado y se declaran en huelga. Hay que evitar dramas inecesarios, esta situación ya es de sobra conocida y se como enfrentarme a ella, a tirar de bastones,  paciencia en las bajadas y a tratar de correr en los escasos tramos llanos o ascendentes.

    Comenzando el descenso del Pico Negro. Foto gentileza de Rubén Fueyo
    Llego a La Collada y repito el ritual de todos los años. Procuro beber aunque ya no tengo sed, estiro cuadriceps y de nuevo cuesta abajo.  Tras el corto tramo inicial por medio del bosque de robles, cogemos el camino que nos baja hasta el pueblo. En este momento invento una nueva modalidad de bajada a la que vamos a denominar "descenso alpino al estilo Heidi". Apoyando todo mi peso sobre ambos bastones, que a su vez van desplegados en su máxima longitud, voy dando saltitos con las piernas prácticamente estiradas. Menos mal que voy solo y no llevo ningún competidor cerca, porque me podrían denunciar ante la FEDME  por atentar contra la estética más elemental de este deporte. Menuda tragicomedia griega que estoy interpretando, un drama  para mi y una comedia  para cualquiera que me pudiese ver desde fuera. Lo cierto es que mi ángel de la guarda trabaja a destajo, porque aunque tropiezo 3 o 4 veces, evito acabar en el suelo y eso que a estas alturas de la prueba ya tengo menos reflejos y voy con menos luces  que Belén Esteban. 

    Seguimos bajando y entramos en lo que yo denomina la "ciénaga", menuda emboscada nos tiene preparada Lolo Diez. Un tramo de agua, piedras y con el barro por los tobillos. No ves ni por donde pisas, incluidos un par de cruces ciegos de ríachuelos con agua helada.Con la refrencia de otros años, intuyo que la meta ya no está lejos y aprovecho para aplicar técnicas de automotivación "vamos Bisonte, que ya tienes el poker de Alto Sil al alcance". Trato de correr y más por orgullo que por ganas lo consigo. Es importante realizar el esfuerzo para enseñar a las piernas y a la cabeza a sufrir y a no dejarse llevar tan cerca del objetivo. Entro en el pueblo con la intención de acabar corriendo, pero ¡uff! no hay motor, 50 metros andando y de nuevo al trote  que en meta hay que entrar corriendo siempre por ética y por estética. Finalmente cruzo la pancarta de meta, mientras el speaker me llama por mi nombre y recuerda mi contribución al mundo del tractorismo leonés. No deja de ser una bobada, pero a mi me hace mucha ilusión. Supongo que cubre esa pequeña (o no tan pequeña) cuota de vanidad que todos tenemos.

    Este año he completado los 32 km de la prueba y los 3800 metros de desnivel total en el puesto 323 y con un tiempo de 5h:15':21", a la friolera de   2h:24':46" segundos del ganador  Alfredo Gil Garcia.

    Con Ramón Fidalgo en meta
    Unos minutos para recobrar el resuello y entramos en el equivalente al Tercer tiempo del rugby. Es momento de saludar a muchos conocidos, de intercambiar opiniones con otros y de conocer a algunos corredores a los que finalmente les consigo poner cara Isi photos, Carlos Sahelices, Miguel Bernardo, Eduardo Robledo  o Ramón Fidalgo (menudo carrerón que has hecho hoy máquina).

    Queda la paella en compañía de un nutrido grupo de corzos leoneses: Raulín Alvarez, Javi Pascual, Sergio Natal, Alex Santos, Roberto Dieguez. ¿no dicen que en esta vida se pega todo menos la hermosura? pues a ver si se me pega algo y empiezo a correr un poco más rápido.  Viaje de vuelta, enroscado y acalambrado como pocas veces.

    Un año más  y para finalizar este relato, ya solo queda felicitar a Lolo Diez y a todos y cada uno de sus colaboradores. Esta prueba es un autentico lujo y para mi es un orgullo poder formar parte de ella año tras año. La vida da muchas vueltas  y un año es muy largo, pero si los dioses celtas y el sistema de inscripción así lo quieren, espero poder estar aquí el último domingo de invierno del año  2016 para tratar de completar mi quinto Alto Sil consecutivo...eso si, el año que viene intentaré venir en mejores condiciones y tengo que bajar de 5 horas por lo civil o por lo criminal.

    Próxima parada delBisonte World Tour 2015: Biosfera Trail

    Nos vemos corriendo por montaña,


    Distancia: 32 Km
    Desnivel acumulado: 3.800 m
    Altura máxima: 1.620 m
    Altura mínima: 780 m
    Sendero, cortafuegos: 60%
    Pistas forestales (en deshuso): 35%

    Biosfera Trail 2015

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    Son las 9 de la mañana en Ciñera. Por megafonía anuncian la inminente salida de la prueba y todos los corredores están colocados bajo la pancarta de salida. ¿Todos? ¡no!, por la recta de meta se ve venir galopando a ritmo vivo al último de Filipinas con camiseta de rayas. Al pasar por el lateral del arco de salida escucho una voz que me dice ¿así es como me piensas ganar? me giro y veo que es Pablo Villa, el otro gran favorito para ganar la prueba y que sabedor de que soy su máximo rival  trata de desconcentrarme. Pienso, no entres al trapo y mantén la concentración Bisonte, Pablo está intentando desestabilizarte mentalmente. Sigo mi curso, entro en el cercado de control de chips y me pongo a cola de pelotón junto al corredor escoba.

    Han pasado 5 semana desde el Alto Sil, un mundo para entrenar si eres una persona consecuente y apenas un suspiro si eres el corredor más inconsistente de la historia del deporte. En efecto, las 3 primeras semanas no entrené ni un solo día y me acordé de Santa Barbara (nunca mejor dicho cuando estamos en territorio minero) cuando apenas quedaban 10 días para la prueba  y la bascula de casa tonteaba de nuevo con la mágica cifra de los 100 kg, que como muy bien saben los expertos en trail, es el peso idóneo para correr por montaña y evitar que una ráfaga de viento pueda elevarte por los aires cuando coronas una cumbre a 2000 metros de altitud.


    Comienza la cuenta atrás y por fin arranca la tan esperada  Biosfera trail, posiblemente la prueba más dura de todo mi calendario. Por delante tengo 5 cumbres y  4400 metros de desnivel acumulado en apenas 26 km de distancia. He notado cierto nerviosismo en las palabras de Pablo Villa. Hemos mantenido un sano pique durante toda la semana, él sabe que yo soy el único rival con nivel suficiente para disputarle la prueba y creo que me tiene cierto respeto. Donde yo veo un tío con sobrepeso grado I (en función de altura, peso e indice de masa corporal) y que solo aspira a acabar en las 6 horas que marca el reglamento para el fuera de control, Pablo ve 100 kg de puro musculo y eso aconjoga un montón. Es cierto que llego muy escaso de forma, pero eso él no lo sabe, así que decido esconder mis cartas.

     Salgo de los últimos como es habitual, tras dar una vuelta por el pueblo, recorrer un tramo llano que nos lleva a La Vid, cruzamos el túnel por debajo de la carretera de Asturias y nos damos de frente con la subida a Peña Colorada que este año es muy vertical.
    Tramo inicial de subida a Peña Colorada
    Tramo intermedio de subida  a Peña Colorada
    Subo a ritmo lento y reservando todas las fuerzas posibles. A media subida y llegando a un bosque de robles, escucho el sonido de un cencerro y una voz que grita ¿donde viene el bisonte?. Es el bueno de Tomás Baños que está realizando labores de fotógrafo. Correr  no correré un carajo, pero ánimos no me faltan nunca y eso es una de las cosas que sinceramente más me llenan en este deporte.
    Panorámica de la subida a Peña Colorada
    Llegando al cresteo previo a la cima de Peña Colorada
    Continuo la subida, un pequeño cresteo tras coronar la primera subida y por fin alcanzo la cima  de Peña Colorada. en 1h:00':30".  Voy según lo previsto, creo no haber gastado muchas fuerzas pero noto sensación de  frío. Me pongo el chubasquero como los ciclistas al coronar un puerto alpino y me lanzo para abajo con cautela. Esta bajada es muy cómoda y muy rápida, pero debo cuidar piernas  que la experiencia me dice que siempre me quedo sin cuadriceps en algún lugar indeterminado entre las 4 y las 5 horas de carrera.

    Llego al primer avituallamiento (km 8) en 1h:25':47". Parada lenta en boxes y comenzamos la ascensión al Cueto de San Mateo, el coloso de la jornada. El primer tramo más que un corredor de montaña, parezco una modelo desfilando por  la pasarela Cibeles, ahora tengo calor y me quito el chubasquero, ahora sopla el aire, tengo frio y me lo vuelvo a poner, ahora me lo vuelvo a quitar ¡una ruina de ser humano!. Subo un buen tramo charlando con Fernando López y en su grata  compañía la subida se hace mucho más llevadera. Enfilando el tramo más pindio del Cueto San Mateo me encuentro con 2 compañeros del cumbres de Léon, Javi Pascual y Toño Pozo que están de fotografos y que dicen que a Pablo Villa ya no le cojo ni montado en moto.¡Otro día será!, una vez que se ha ido la victoria debo centrarme de nuevo en acabar en 6 horas (hora límite para el fuera de control).
    Corredores llegando a la cima del Cueto San Mateo
    A ritmo constante consigo coronar el techo de la prueba en 2h:25':21". En la cima me siento en una peña y mientras aprovecho para beber un poco y apretarme bien los cordones de las zapatillas, me quedo embobado por espacio de unos 5 minutos mirando la preciosa vista que se vislumbra hacia el norte. La Cordillera Cantábrica se eleva ante mi dejando una sucesión de picos con neveros en sus cumbres y verdes valles. Llega la hora de bajar del Cueto. La bajada es técnica y el suelo resbala en algunos tramos. Hoy voy sin confianza y bajo con la torpeza propia de  una abuela octogenaria. No me preocupa lo más mínimo. Tengo poco que ganar y mucho que perder si no voy con la debida precaución.
    Tramo técnico de bajada del Cueto San Mateo
    Llego a la balsa de la Hullera, subo un repecho muy pendiente y ante mi se abre la galería minera, junto con el Faedo, el punto más emblemático de toda la prueba.
    Galería minera (imagen de archivo de la primera edición)
    Atravieso la galeria en completa oscuridad, enfilo el último tramo de bajada y llego al segundo avituallamiento del día (km 16). Nuevamente parada lenta en boxes y enfilo la tercera cumbre. Esta cumbre es con mucho la más sencilla de las cinco de la jornada. Sin mucha dificultad la corono en 3h:26:09", Llegando arriba escucho a un voluntario comentar que el 4 y el 5 de la general ya han llegado a meta ¡increible como corren estos galgos! Creo que  llevan todos motor Mercedes y yo voy montado en el McClaren de Alonso. Bajada por un tramo entre escobas y ahora si consigo bajar muy cómodo y adelantando corredores. No fuerzo lo más minimo, pero he recuperado la confianza y al ir sin miedo consigo mantener un ritmo de bajada superior al de otros corredores que no bajan tan seguros. Alcanzo a Paquito, con quien compartiré muchos kilómetros de aquí a meta. Llego abajo y al atravesar un puente artesanal de madera, me encuentro de nuevo al incombustible Tomás Baños. Un par de fotos para la posteridad, y tras comprobar la fiabilidad de la estructura de madera (si aguanta el paso de un bisonte de 100 kg, como no va a aguantar el paso de 300 esbeltos corzos), enfilo el camino que me lleva a la cuarta cumbre.
    El" ingeniero" posando antes de realizar la prueba de carga de la estructura
    Atravesando el puente de madera
    Paquito siempre "genio y figura" cruzando a 4 patas
    Entro en el Faedo y alcanzo el tercer avituallamiento en 3h:49:23. Es increíble la cantidad de tiempo que pierdo en cada parada en boxes. Tengo la sensación que el resto de corredores hacen paradas propias de Formula 1 y en menos de 10 segundos les cambian las 4 ruedas y a mi por el contrario me cambian los neumáticos en Feuvert, que dejas el coche, te vas a comparar a Carrefour, a la hora y media vuelves y todavía te están apretando las tuercas de las ruedas. En fin, es cierto que cambiarle las gomas a un coche no es lo mismo que cambiarle las ruedas a un tractor y además mi deposito de combustible, además de ser mucho más grande que el de un corredor normal, necesita gasóleo agrícola bonificado, lo que dificulta las labores de mantenimiento, pero creo que debo practicar este particular en el futuro.

    Arranco la subida a la cuarta cumbre. Ya por los dominios del Faedo, asciendes por una marcada pendiente entre hayas centenarias de porte aristocrático, y sientes todo el peso de los campos magnéticos que te atrapan y te agarran al suelo. Las piernas ya  pesan un montón. decido utilizar el comodín del MP3. Acompaso la respiración, pongo música para ocultar el incremento de la frecuencia cardíaca, agacho la cabeza y tiro para arriba. Por el camino me cruzo con 3 corredores que están abandonando la prueba. Las fuerzas empiezan a escasear y los percances, bien sean por caídas o bien por problemas musculares empiezan a hacer mella en los participantes. Atravieso la escombrera, otro tramo de ascenso por bosque y encaro el tramo final de subida.
    Tramo de escalada para coronar el el Pico Picha
    Este año para coronar, hay que trepar como un gato y es que esta prueba  es sin duda la más montañera de todas las que disputo a lo largo de la temporada. Corono el Pico Picha en 4h:19:10 y sin tiempo que perder me tiro para abajo. Alcanzo a Paco por enésima vez, ya que el siempre me deja atrás  subiendo y yo le dejo a él atrás  de nuevo bajando (si combináramos nuestras habilidades, podríamos hacer un corredor bastante aceptable). Enfilo el tramo final técnico de bajada  y entro en el Faedo. En ese momento cometo el mayor error de toda la prueba. Me dejo llevar por la euforia, por lo maravilloso del entorno, o por la insensatez propia de quien no conoce sus debilidades, pero lo cierto es que cometo un imperdonable fallo de principiante. He superado ampliamente las 4 horas de carrera, vengo de superar un tramo técnico y complicado y llego con los músculos de las piernas agarrotados y chirriando más que la visagras de la puerta de un desván. Al entrar en un tramo ligeramente descendente, rápido y muy cómodo, me lanzo a correr como un poseso a ritmos próximos a 4':30" min/km con el fin de intentar arañarle 3-5 minutos al crono, sin valorar que dicha temeridad me puede costar la carrera.

    Entrando en el cuarto y último avituallamiento
     Llegando al avituallamiento se me sube el cuadriceps/abductor de la pierna izquierda y entro  con el muslo izquierdo que parece la pierna de Cristiano Ronaldo. A parte del dolor que eso supone, me preocupa más la incipiente incapacidad que me ocasiona. Estoy en el km 23 y mi reloj marca 4h:49:35. Mientras repongo fuerzas y trato de estirar lo que humanamente puedo, llega de nuevo el bueno de Paquito. A mi lado hay 2 corredores que están abandonando en ese momento (uno ya estaba cuando llegué y el otro entra en los 5 minutos que estoy parado en boxes). Puede verse la decepción en sus caras, pero posiblemente han tomado la decisión correcta. Ambos arrastran problemas musculares severos, supongo que muy similares a los míos, aunque en su caso desconozco en que grupo muscular concreto. Una de las voluntarias se interesa por mi estado. No tengo palabras para describir el sobresaliente nivel organizativo de esta prueba y el compromiso de absolutamente todos los voluntarios. Me dice ¡vaya como tienes la pierna! ¿que haces?¿te retiras? La respuesta es clara, a 3 km de meta y con  70 minutos de margen, no me saca de la carrera ni la mismísima legión. Harían falta un mandato judicial y 2 patrullas de guardias civiles para reducirme. No es muy racional, ni es lógico, pero está manera insensata  de afrontar los problemas siempre me ha mantenido a flote en los momentos de dificultad y ya tengo una amplia experiencia en lidiar con estas lides. Me ofrecen un enantium y me juego el último comodín que me queda en la baraja. No sé si tomar un antinflamatório será lo más indicado en este trance, pero no tengo mucho más donde elegir. Para ser sincero, degollaría un jabalí con mis propias manos  y me bebería a morro un litro de su sangre si alguien me garantizase que me iba a permitir llegar a meta.

    Arranco en compañía de Paco, pero cuando apenas llevamos 150-200 metros avanzados le digo que siga para delante. Las piernas ya han hecho su trabajo, si la cabeza me lleva hasta la cumbre de este 5 pico, el corazón me llevará seguro hasta la meta en la bajada,  así que tras un breve respiro, agacho la cabeza, acompaso la respiración, aprieto muy fuerte un cojón contra el otro (perdón por lo soez de la expresión, si alguna mujer me está leyendo) y arranco cuesta arriba. Esta guerra hay que librarla en soledad, debo subir con pasos muy cortos, evitando giros, saltos, esquivando piedras y avanzando siempre por lo fácil. Cualquier mala pisada o gesto innecesario me puede dejar fuera de combate. pero esta cumbre es muy puñetera, parece que estas llegando y ¡zas! otro quiebro y ves que queda otro tramo. Sigo con mi penoso deambular de lo que yo denomino paso costalero, porque cualquiera que me vea desplazarme puede pensar que  llevo sobre mis hombros un paso de Semana Santa y en efecto así es, arrastro al Cristo de los cien  dolores musculares, perteneciente a la cofradía de Nuestra Señora de los bisontes desamparados. Como buen asturiano, mientras avanzo voy bajando del cielo a tosos los santos que conozco a base de juramentos en Arameo y otras lenguas muertas. Finalmente y tras un titánico esfuerzo corono el Sarguinal en 5 h:17':15" y  ya solo queda el cresteo y la bajada, pero sin cuadriceps este tramo se hace complejo.

    Espectacular foto de Issi del tramo final  del Pico Sanguinal
    Inicio el cresteo tirando de bastones para descargar las piernas en la medida de lo posible. No pueden quedar más de 2 km a meta, pero voy sin reflejos y aún avanzando con prudencia me caigo un par de veces. Cuando no tropiezo con una piedra, resbalo en una zona de hojas sueltas, hasta que me tengo que poner serio. ¡Me cago hasta en los huesos de tu cornamenta,  Bisonte!. Céntrate que está demasiado cerca de meta para tirar la carrera por el garete,  no pierdas la concentración y tira p'alante, que en plazas perores has toreado. La cabeza vuelve a tomar las riendas de la situación y vuelve a estar todo controlado. Veo el pueblo justo debajo y pienso lo fácil que sería tirarse rodando ladera abajo, pero no es una solución factible, Paso por la Cruz de Hierro en 5h:37':02 y ya presiento el final. No quedan ni 800 metros para meta. Unos 150 metros por delante baja Paquito, pero para mi es imposible cogerlo. Un último tramo de bajada y llego a las primeras casas del pueblo. Momento que aprovecho para tomarme el último respiro, beber mi último bidón de agua (creo que hoy he bebido más de 3 litros) y me quito el chubasquero para entrar en meta luciendo orgulloso las rayas rojiblancas del Pendón de Benavides. La cabeza ya ha cumplido su parte y ahora es el corazón el que me debe llevar a meta. Cojo el sendero que bordea el deposito del agua, a lo leos veo la meta y escucho la megafonia y hago todo lo posible por correr ¡vamos Rubén! sabes que hay una máxima que dice que  en las carreras se sale y se llega a meta corriendo, aunque solo sea por estética. Entro en el pueblo, apenas 200 metros a meta, cuando voy a bajar las escaleras, me encuentro a Paco , se había sentado allí para esperame y entrar juntos en meta. Muchas gracias Paquito, eres un tío cojonudo. Una última instantánea de Tomás y cruzamos la pancarta de meta. Objetivo cumplido.



    En meta puesto 241 sobre 259 en meta (300 en la salida) con un tiempo de 5h:52':07", a casi 3 horas  del ganador de la prueba que fue el gran Pablin Villa con un tiempo de 3h:05:54"

    Enorme satisfacción pese al titánico esfuerzo final. Valga como referencia que he necesitado 63 minutos para recorrer los 3 últimos kilómetros de la prueba, lo que nos da una estratosférica velocidad de 2,9 km/hora (solamente al alcance de unos pocos elegidos). Otra mano de poker que le gano al diablo en el tramo final de la prueba, pero sigo tensando cada vez más la cuerda y antes o después acabará por romperse.

    Una última reflexión personal, una de las escasas ventajas de correr muy pocas carreras al año es que te vuelves extremadamente selectivo y acabas yendo únicamente a aquellos lugares donde te tratan como un rey. No puede ser casualidad que mis tres carreras "sagradas" del año (Alto Sil, Biosfera y Villalfeide) se desarrollen por comarcas mineras. En efecto la gente del carbón, con sus defectos y son virtudes, son gente muy especial. Son unidos, generosos y tremendamente acogedores, si consideran que una carrera es parte del pueblo, ellos se encargan de que los corredores se sientan como en su propia casa. Supongo que hay radica una gran parte del éxito, en una excelente organización, un precioso entorno natural y por encima de ello, un pueblo volcado y una marabunta de voluntarios que se vuelcan en ayudar sin medida. Hoy me voy con la sensación de haber corrido la carrera mejor señalizada y mejor organizada de todas las que he corrido en mi vida y mi obligación es dar las GRACIAS a todos y cada uno de los voluntarios y organizadores por haber sacado adelante una carrera sencillamente sobresaliente. Si la situación lo permite, volveré una y mil veces a correr en Ciñera.

    Solo me queda felicitar a ese fenómeno de la naturaleza que es  Pablo Villa. Como le había prometido, le dejé 20 minutos de ventaja en la salida.... y me acabó sacando 3 horas en meta. Sinceramente, creo que me hubiese ganado igual aunque no le hubiera dado ventaja, pero eso es otra historia  y en la próxima no pienso ponérselo tan fácil.


    Próxima parada del Bisonte World tour 2015: Travesia de los montes Aquilianos ( 60 Km)



    Travesía de los Montes Aquilianos 2015

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    Hace 4 años tuve la suerte de conocer  la Travesia de los Montes  Aquilianos en su modalidad corta y desde aquel instante siempre tuve la intuición  de que mi debut en pruebas de ultramaratón tendría lugar precisamente en esta prueba, sin embargo hasta este momento siempre había encontrado alguna disculpa para evitar enfrentarme a este particular reto. Este año por fin, y tras rehusar en ocasiones previas con la inscripción ya pagada, se me acabaron las justificaciones y me tocó enfrentarse a mis temores y mis fantasmas interiores. Y es que plantarse en la salida de una carrera de montaña de  60 km, con un entrenamiento a todas luces escaso, irregular y mal planificado y partiendo de la premisa de que  solo en una ocasión a lo largo de tu vida has  superado la barrera de los 32 km (precisamente Aquilianos 46 km) y cuando nunca has superado las 6 horas en carrera,  mete mucho miedo por la cabeza al más valiente de los humanos, salvo que el susodicho humano sea lo suficientemente insensato y temerario  como para carecer del más elemental sentido común.

    Por fin llega  el día y la hora señalada en rojo en el calendario. Son las 6 de la mañana del día 6 del mes 6. Menos mal que no soy supersticioso que sino con saldría acojonado pensando que con tanto seis de por medio (666),  en vez de un club de montaña, está carrera la organiza una secta satánica... claro que a medida que te adentras en ese paraíso natural que es Bierzo, te das cuenta que lo único que te recuerda al maligno en todo el recorrido es la temperatura infernal que hemos tenido que sufrir a lo largo de la prueba y que a mi me ha hecho llegar a casa más chamuscado que San Lorenzo en la parrilla (y Lorenzo quemar, se quemó seguro, pero al menos pasó a la historia gracias a esa tradicional canción popular que dice: "San Lorenzo en la Parrilla les decía a los judíos, dadme la vuelta cabrones que tengo los huevos fríos").

    En la salida con Cañi y Javi Cancelo
    Esta vez y sin que sirva de precedente, llegamos a la salida con tiempo de suficiente  para saludar a múltiples amigos y conocidos y comprobar que llevamos todo en orden. En la inmensidad de la noche y sin la protocolaría cuenta atrás  de otras pruebas, echamos a volar en busca de nuestro Ítaca particular  con una extraña combinación de incertidumbre y emoción, con una ilusión desbordante y a al mismo tiempo con la prudencia necesaria para no volar demasiado alto y de es manera conseguir evitar que como le sucedió a Ícaro en la mitología griega,  el sol pueda derretir nuestras endebles  alas de cera.

    Salimos corriendo a ritmo pausado, y cuando apenas llevamos unos 500 metros disputados, vemos un vehículo de la DGT  estratégicamente situado  a la derecha en un tramo de bajada. ¡Joder! que mal se  está poniendo esto del deporte que ya hacen controles de velocidad hasta en  las carreras por montaña y uno no puede evitar preguntarse ¿a que velocidad irán los primeros?. Cruzamos el puente sobre el río Boeza, atravesamos Otero y  comenzamos a ascender el Collado de Pajariel mientras lentamente nos alejamos de Ponferrada. Apenas llevamos 2-3 km cuando a este grupo de luciérnagas naranjas se unen Tito y Chano del Coyança Trail con los que tendré el inmenso placer de compartir aventura hasta el avituallamiento de Ferradillo (km 45 aprox.).

    Con el Señor Nemesiano "Chano" Moran del Coyança Trail

    Avanzamos a ritmo cómodo y sostenido  primero por pistas de tierra y luego por un sendero que atraviesa bosques y remonta el cauce del río Oza, hasta alcanzar el primer avituallamiento del día (km 10,3). Salimos de Villanueva de Valdueza  con el modo "ahorro de energía" encendido y  tratando de avanzar gastando las mínimas  fuerzas posibles. Ver amanecer mientras corres es una sensación única, pero a estas alturas de la película, el astro rey ya reina sobre los  cielos del Bierzo.

    Amanece camino de Montes de la Valdueza con los Aquilianos de fondo

    Tras una breve ascensión coronamos el alto de Pandilla y  entramos en un tramo de pista que nos llevará al pueblo de Valdefrancos , desde aquí iremos remontando el rio Oza, unas veces por senderos entre bosques de ribera y algún castaño centenario, y otras (afortunadamente las menos) por carretera hasta llegar al pueblo de San Clemente de Valdueza.
    Momento en que Veronica me quita las pegatinas al paso porSan Clemente

    Poco después de pasar el pueblo , nos desviamos del cauce del río y cogemos el antiguo camino que nos subirá hasta el pueblo de Montes de la Valdueza.  Sin darnos cuenta y sin nada reseñable que contar,  nos hemos plantado en el segundo avituallamiento del día (kilómetro 20,5). Ya llevamos más o menos una media maratón en las piernas y podemos dar por concluido el periodo de calentamiento. Tiempo para reponer fuerzas, comentar la jugada y despedir a Javi Cancelo que en su primera participación opta con buen criterio por hacer la prueba corta.

    Avituallamiento de Montes de la Valdueza con Cañi y Javi Cancelo

    Cruzamos un precioso arco de piedra saliendo del monasterio de San Pedro y llegamos a la bifurcación de la prueba. Los 4 jinetes del apocalipsis (Chano, Tito, Cañi y el insensato que está escribiendo ) nos vamos por el recorrido largo. Lo primero que noto es que el sendero me resulta conocido, no en vano es parte de la carrera de montaña Tebaida Berciana aunque se realiza en sentido contrario. Al poco de comenzar la ascensión al collado  debo detenerme por razones de fuerza mayor. Llevo con molestias intestinales desde el km 10 aprox y es momento de tomarme un respiro. No se si es producto de la tensión acumulada los días previos a la prueba, de haber dormido unas 4 horas la noche previa o sencillamente que a mi viejo amigo y compañero de fatigas el Crohn,  no le ha gustado la cena y se quiere hacer notar. Menos mal que en  montaña hay servicios públicos cada poco (detrás de cualquier roca, árbol o arbusto para ser precisos). En fin, son pequeños e intrascendentes gajes del oficio. Tras colocar la pertinente "trampa para osos" vuelvo a la batalla. Subimos a ritmo vivo, liderados por Chano que nos lleva con la lengua fuera. Parece mentira que provenga de una comarca  completamente llana, porque viéndolo ascender,más que coyantino, tal parece colombiano.

    Los 4 jinetes del apocalipsis coronando  el Collado   la  Malladina
    Suplantando a Guzmán el Bueno:"si no te gusta León, por allí se va a la estación"

    Cruzamos los verdes pastos de la cumbre del Collado la Malladina, bajada muy rápida y sencilla hasta el valle del Silencio, cruzamos el río y ascendemos hasta el precioso y pintoresco pueblo de Peñalba de Santiago. Estamos en el tercer avituallamiento del día (kilómetro 26,3). Aprovecho para refrescarme en la fuente y  beber como un camello del Gobi antes de comenzar expedición por el desierto homónimo. Una vez cumplidos los compromisos publicitarios con mi club de montaña Cumbres de Léon, y aprovechando que a estas alturas el calor es ya sofocante, me pongo camiseta de tirantes y recupero las rayas rojiblancas del Club Maratón Benavides con las que tanto me identifico (y me identifican) y que en estos últimos 4 años  se han convertido en mi segunda piel. Hasta aquí lo sencillo, ahora comienza lo realmente duro. Ya llevamos 3h:45' de esfuerzo continuado y por delante tenemos unas 2 horas y  unos 1.050  metros positivos  hasta alcanzar la primera cumbre del día.

    Cogemos el sendero que nos adentra en el valle de Friera y tras unos 600-800 metros de falso llano, nos damos de bruces con el muro de Invernalia en versión berciana. Comienzo a ascender por zona arbolada  y a  pesar de ir a la sombra, voy sudando tanto que tengo la sensación de estar derritiéndome. Cual bandolero de Guadarrama, asalto por sorpresa a un pobre corredor al que veo untandose  protector solar,  para que me permita echarme un poco  porque con camiseta de tirantes y este sol abrasador me temo que voy a acabar la carrera más chamuscado que el churrasco de un asador argentino. La subida es constante y no te da ningún respiro. Aprovecho para gastar el comodín de la tecnología  contando con que la música me hará más llevadera la dura ascensión, pero el MP3 se declara unilatermente independiente y decide que no quiere trabajar. Tendremos que subir a la vieja usanza, apretando muy fuerte un cojón contra el otro y tratando de distraer la mente disfrutar del entorno. La subida nos da un respiro al paso por la cota de los 1700 metros aprox. La pendiente disminuye al coronar una loma y por primera vez en la ascensión  encontramos un terreno favorable, momento que aprovechamos para tomarnos un merecido descanso y para  hacernos unas fotos.

    Los 4 fantásticos a media subida de la silla de la Yegua
    A nuestro lado pasa el gran Santi Dueña, al que en circunstancias normales solo soy capaz de seguir a través de Facebook porque en carrera ni lo veo, pero que hoy ejerce  de sherpa para un amigo. Me da unos acertados consejos y proseguimos la marcha.

    Con el gran Santi Dueña
    Quedan unos 350-400  metros positivos a cumbre pero lo peor ya lo hemos pasado. 

    Recogiendo  losaperos de labranzaantes de reiniciar la marcha 

    Tramo final de ascensión a la Silla de la Yegua

    Finalmente consigo superar los 3,9 km que separan Peñalba de la cumbre y  tras  1h:53' minutos de ascensión piso la cima de   la Silla de la Yegua (2.143 metros) por primera vez en mi vida. Estamos en el km 30,2 , ya  llevo 5h:40' de carrera y aparentemente me encuentro en buen estado físico y mental. Por enésima vez en la prueba, repito el ritual, coomo pastelillos con el ansia de un bulímico, deboro plátanos con la avidez  un gorila de montaña, bebo y bebo como un cosaco ruso y me mojo la cabeza y el cuello con abundante agua para tratar de rebajar la temperatura corporal. Me encuentro con Miguel Bernardo, otro de esos tipos que merecen mucho la pena y que uno conoce gracias a este mundo de las carreras por montaña.

    - ¿Que tal vas Miguel?
    - Bien, bien
    - Nada amigo, ya lo tenemos hecho

    Esta breve conversación resume las sensaciones que 2 reputados miembros de la comunidad tractorista sienten durante la practica del tractorismo al más  alto nivel. Puede que seamos más lentos que un arcaico ordenador Spectrum de cinta y puede que nos queden todavía 30 km a meta, pero los tractores somos fiables y seguros como ningún otro vehículo de uso domestico y ya nada nos detendrá hasta cruzar tan ansiada meta.

    Con Miguel Bernardo en la cima de la Silla de la Yegua (2.143 m)

    Y tras unos 10-15 minutos de pausa arranco el cresteo. Se trata de un tramo carente de dificultad técnica, sin desniveles reseñables  e íntegramente correndero, pero el principio contable de prudencia me hace avanzar con el freno de mano y las marchas reductoras puestas para tratar de ahorrar todo el combustible posible. Además tras 30 km y casi 6 horas de carrera, este vetusto galeón abandona aguas conocidas para adentrarse en mares inexplorados.

    Primer tramo del Cresteo de Aquilianos en la  bajada de la Silla de la Yegua

    En apenas 14 minutos corono la cumbre de Berdianas (2.116 metros) . El cresteo es espectacular y los paisajes te quitan el sentido. A la derecha quedan las tierras del Bierzo y a la izquierda  las tierras de mi querida Cabrera, territorio poblado por gente recia, noble y acogedora,  donde maldices a los dioses al llegar por abandonarte en tan apartada comarca y los vuelves a maldecir al marchar por tener que abandonar una tierra que te marca de por vida. Allí viví 4 años de mi vida cuando el destino me trajo a tierras del País Leonés y allí se quedo una parte de mi corazón para siempre. Absorto en mis recuerdos, pierdo la referencia y me despisto de la senda. Bajo campo a través y afortunadamente y dada la perfecta visibilidad del día, en apenas 300-400 metros vuelvo a encontrar el camino marcado. Si esto mismo me sucede un día de niebla, igual aparezco en las primeras casas  de Saceda, Noceda o Castrillo de Cabrera.

    24 minutos de reloj más tarde estoy en la cima del Pico Tuerto (2.051 metros), punto kilométrico 33,3 de la prueba. Momento que aprovecho para beber de nuevo y inmortalizar el momento con mi fiel amigo y escudero Joaquín Cañizares.

    Cima del Picu Tuerto (2.051 metros)

    Salimos camino de la última cumbre de la jornada, que pese a ser la más pequeña de las cuatro, se muestra imponente en la distancia. A media bajada Cañi se descuelga para darle un enantium a Chano que viene arrastrando problemas musculares desde el km 13. Miro para atrás y lo veo parado a lo lejos. Le espero llegando al valle y cuando me alcanza  veo que lleva el muslo, el codo y la rodilla por un lateral ensangrentados. Se ha dado una costalada bastante considerable, pero aparentemente es solo chapa y pintura y este tío es duro como una roca. No se si es por  la mala leche que lleva pero me pasa como un avión y soy incapaz de seguirle el ritmo. Poco después también me superan Chano y Tito y tampoco les puedo seguir. En este tramo paso el momento más delicado de toda la prueba. Aunque he procurado beber y comer abundantemente en todos los avituallamientos, estoy sudando mucho y tengo la sensación de ir apajarado. Son casi 8 horas y media corriendo con altas temperaturas y el esfuerzo igual me está pasando factura. Procuro no cegarme con mis 3 compañeros, dejo que se vayan un poco por delante y decido seguir a mi ritmo. Si corono La Guiana, todo lo que queda es terreno descendente y la exigencia disminuye.  Finalmente corono y me junto con mis 3 compañeros de expedición. Estamos a 1849 metros de altitud, llevamos 8h:37' en las patas y todavía estamos en el punto kilométrico 37,8. Quedan unos 22 km a meta y yo necesito imperiosamente recuperar sensaciones. Cañi, Chano y Tito se van de nuevo por delante y yo me quedo otros 5-10 minutos más en el avituallamiento para darle un respiro ami organismo. Aprovecho para cambiar calcetines, para beber como un vikingo tras asaltar una población costera y finalmente retomo la marcha.

    La Guiana vista desde el Pico Tuerto
    El tramo inicial de bajada discurre por un empinado cortafuegos. Arranco con velocidad producto de la inercia ¡soooooo!¡quieto Bisonte!. Si me quedo sin piernas se acabo la carrera y los cuadriceps son mi talón de Aquiles (nunca mejor dicho lo de talón de Aquiles teniendo en cuenta que precisamente estamos en los Montes Aquilianos). Enciendo el ordenador de a bordo y la cabeza retoma el control de la situación. Tras 600-800 metros con pendiente pronunciada, abandonamos el cortafuegos y nos adentramos en un pinar. Ahora si me pongo a correr y y lo cierto es que voy a muy buen ritmo, sorprendentemente bueno me atrevería a decir. Finalmente salimos a una pista ancha y con buen firme. Sigo corriendo apoyando el peso sobre los bastones e impulsándome como si fueran pértigas hasta que doy alcance a Tito y Chano que bajan andando y aunque el cuerpo me pide seguir corriendo, el sentido común me dicta que lo más prudente es parar y continuar andando con ellos.

    Unos 4 km más adelante abandonamos la pista y nos adentramos en un sendero estrecho que nos conduce hasta el puesto de control de Ferradillo. Estamos en el punto kilométrico 44'2 y te encuentras con este oasis indescriptible. Y es que el trato recibido en todos los avituallamientos es sobresaliente, no se puede esperar otra cosa teniendo en cuenta el carácter de la gente que habita estas tierras. El berciano es de trato afable y amabilidad superlativa, pero es que los voluntarios de Ferradillo son sencillamente la élite del voluntariado. Consiguen que te sientas como si estuvieses de vacaciones en un balneario de aguas medicinales. Por segunda vez en la prueba siento la llamada de la naturaleza. El cabronazo del Crohn también está corriendo su primer ultra de montaña y procura recordármelo. Corro ladera arriba en busca de unos baños públicos, coloco otra trampa para osos y me vuelvo al avituallamiento. Compruebo el estado de mis pies y encuentro que las molestias de mi talón derecho proceden de una ampolla que se está formando, sin dilación la protejo con compeed y me dispongo a sentarme en la grata compañia de algunos de mis compañeros de fatiga a disfrutar de un bocata de chorizo con queso y una cerveza que no cambiaría por ningún otro manjar sobre la faz de la tierra.
    De merienda y sobremesa  con Tito y otro colega  en el avituallamiento de Ferradillo


    Todavía me quedaban 2 cosas por hacer antes de abandonar tan ilustre posada. La primera es ser bautizado siguiendo el ritual de la prueba. Es el tradicional  y honorífico peaje que debemos pagar los novatos por cruzar este puesto de control en nuestra primera participación. El agua helada de la fuente y lo emotivo del acto te recarga las pilas hasta límites insospechados. Lo segundo que hago es abrir la mochila y comprobar mis reservas. Veo que me queda un enantiun, una pastilla de L-carnitina y 2 pastillas de magnesio. ¡Ordago a la grande!¡lo apuesto todo al 22 negro en la ruleta!. En previsión de sufrir problemas musculares fruto de la deshidratación y el esfuerzo acumulado, me lo gasto todo del tirón.

    El primer bautizo de un bisonte en la historia de Aquilianos

    Finalmente arranco renacido de mis cenizas cual Ave Fenix. Faltan unos 5 minutos para las cuatro de la tarde o lo que es lo mismo llevo 9h:55' en las piernas. Por delante 16 km a meta y por detrás una maratón de montaña ya completada.

    Comienzo corriendo con cautela y cuando apenas llevo unos 200-300 metros me encuentro con Miguel Bernardo que había salido apenas medio minuto antes. La cabeza que de tantos embrollos me ha sacado quiere ir acompañada y Miguel es una inmejorable compañía pero en ese momento se produce un golpe de estado y las piernas que tantos disgustos me han dado en el pasado deciden tomar el mando. Así que en este inesperado proceso revolucionario me alejo poco a poco de Miguel y comienza mi aventura en solitario camino de la meta. El primer tramo de bajada es un estrecho sendero que atraviesa un bosque de carbayos. La pendiente no es grande y bajo a muy buen ritmo hasta salir de nuevo a una pista ancha y pendiente donde aflora el recuerdo de mi primera participación y decido bajar andando. No en vano esta bajada la hice a fuego hace 4 años y llegue a Rimor literalmente sin piernas. Como la experiencia es un grado y el diablo sabe más por viejo que por diablo, la cabeza retoma el poder por un instante. A unos 11 km de meta diviso en lontananza la Torre del Rosal y con ella tengo referencia real de la meta. Apenas a 1 km del avituallamiento me adelanta Arsenio Terrón y aprovecho la inercia para cogerle rueda camino de Rimor. Estamos en el último avituallamiento del día (km 51,2 de la prueba). Me bebo del trago 3 botes de Aquarius, relleno mis reservas de agua, me empapo completamente echándome agua por la cabeza, estiro un poco y arranco en la grata compañía de Arsenio. El reloj marca 10h.40' y por delante quedan solamente 8,8 km de terreno llano. Aunque el único objetivo era acabar la prueba, ahora que lo veo tan cerca quiero bajar de 12 horas y lo tengo a tiro. 

    Salimos trotando por carretera y me sorprendo al ver que los 3,5 primeros kms los hacemos a ritmos de 5':25" min/km (ritmos que a duras penas alcanzo en mis entrenamientos habituales de entre 10-15 km), pero hoy el Bisonte galopa desbocado. Al paso por el pueblo de Toral de Merayo tengo que detenerme a beber porque la sensación de sed es considerable y eso que acabo de beber 1 litro hace apenas 20 minutos. Lo más probable es que tenga alguna fuga en mi sistema hidráulico interno, porque es imposible tener sed teniendo en cuenta que debo de haber bebido más de 12 litros en esta carrera. Camino unos 300 metros, me despido de Arsenio y echo a correr de nuevo. De nuevo la sensación de fortaleza me abruma, galopo como si me viniesen persiguiendo cazadores Crerokees a caballo, tan concentrado voy  que a punto estoy de saltarme el desvío que lleva al camino que remonta el Sil y casi sigo  recto camino del collado de Pajariel (se ve que iba con ganas de darleuna segunda vuelta al recorrido). Dos participantes de la prueba corta me avisan a tiempo y vuelvo al redil. En este tramo adelanto a un montón de gente con una facilidad pasmosa, inexplicablemente  es como si llevase una o dos marchas más que el resto y ¿Que hago yo conduciendo un Mercedes cuando suelo competir subido en un Caterham? Ni en mis mejores sueños me podía imaginar un final así. Para acabar de rematar el día , a falta de 2 kilómetros a meta y para mi sorpresa  consigo alcanzar a mi compañero de aventuras Cañi, al que no pensaba volver a ver hasta finalizada la prueba. Juntos empezamos a correr en 2011, juntos corrimos esta prueba hace 4 años y juntos cruzaremos esta meta que tanto hemos peleado. Corremos y andamos hasta alcanzar los pies del castillo templario, subimos andando y entramos en el casco histórico de la noble villa de Ponferrada. ¡Lo hemos conseguido compañero!¡Ahora si lo tenemos! apenas 400-500 metros a meta. Escuchamos los primeros aplausos de la gente y una sensación de euforia se apodera de uno. Entramos en la plaza donde se ubica la iglesia de la Virgen de la Encina y vemos en su fachada  la Cruz de Peñalba, regalo del rey Ramiro II al abad de Peñalba en el año 939 D.C tras la victoria cristiana en la batalla de Simancas. Nosotros también hemos vencido hoy nuestra particular batalla y lo mejor aún está por llegar. Nos encontramos con los compañeros del León Corre que se levantan a animarnos a nuestro paso. La euforia se transforma en emoción desmedida. Reconozco que si no hubiese ido medio deshidratado a estas alturas, hasta habría llorado de la emoción, pero creo que si intentase llorar en vez de lagrimas, creo que de mis ojos solo brotarían piedrecitas de cuarzo  producto de la sobredosis de sales minerales que he ingerido en el día de hoy.

     Un último esfuerzo y entramos juntos en meta en la posición 121 y 122 con un tiempo de 11h:41':38", a casi 5 horas y media de esa fuerza de la naturaleza galega  que es el gran Fernando Arca Casal y que ha conseguido ganar con un estratosférico tiempo de 6h:13':59".

    Recta de meta con mi gran amigo y escudero Cañi

    Cruzando la pancarta de meta

     ¡Ta fechu! que decimos por Asturies, los 60 km de distancia y los 6454 metros de desnivel acumulado (3227 positivos y 3227 negativos) ya forman parte de nuestra historia deportiva. Nos queda tiempo para tomar una cerveza en la plaza de la Encina bajo un intenso aguacero, mientras esperamos la llegada de nuestros compañeros de aventura en el día de hoy Chano y Tito que llegan en compañía de Miguel Bernardo.

    Solo me queda dar las gracias a todos y cada de uno de los corredores con los que he tenido la suerte de compartir kms y experiencia en esta carrera y a todos y cada de uno de los voluntarios que a lo largo del camino nos han hecho la vida mucho más fácil, con una mención especial para los fenómenos de Ferradillo que son los "putos amos" del voluntariado.

    Si los dioses celtas así lo quieren, aún me quedan muchas ediciones de Aquilianos por disputar, pero ahora lo que toca es descansar y centrarme en preparar la siguiente batalla.

    Próxima parada del Bisonte del Carbayedo World Tour 2015: La Batallona de Somiedu.


    La Batallona de Somiedo 2015

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    La Batallona de Somiedo es una carrera diferente. Tengo serias dudas  que con 1000 metros de desnivel acumulado negativo pueda ser considerada una carrera por  montaña en sentido estricto, pero lo cierto es que me divierte mucho y el resto carece de la mínima relevancia. Para mi es una fiesta de confraternización entre las 2 mitades de un mismo pueblo, los astures cismontanos o leoneses que habitan al sur del cordal  y los  astures transmontanos o asturianos que habitan al norte . La carrera es solo la disculpa para disfrutar de estas imponentes montañas que a modo de columna vertebral nos unen y de estos preciosos paisajes con los que los viejos  dioses de nuestros ancestros nos han obsequiado.

    A nivel personal llego en mi mejor momento de forma de los últimos 20 años. Cuatro semanas han pasado desde que disputé  los Aquilinaos en su modalidad larga. La sensación de euforia que se apoderó de mi tras cruzar la meta en mi primera ultra (60 km) y encima acabando con muy buenas sensaciones, se había tornado en decepción tras haber soportado molestias en la rodilla izquierda que me tuvieron completamente parado por espacio de 15 días. Afortunadamente las molestias remitieron e inexplicablemente, como  si los 15 días de reposo hubiesen servido para regenerar mi organismo y estuviese envuelto en una especie de proceso de "supercompensación", había vuelto con una fortaleza física inusitada y con la moral por las nubes. 

    Llevo desde enero con ganas de poner a prueba este oxidado organismo y creo que hoy es el día para tratar de probar si todavía me queda un mínimo atisbo del atleta que fui cuatro lustros atrás. A estas alturas de mi vida ya no tengo nada que demostrarle a nadie, pero si me gustaría  demostrarme a mi mismo que este prehistórico bisonte todavía puede actuar como telonero de ese fantástico elenco de galgos (Diego Alonso, Javi Pascal, Manu Caballero, Pablo Merino, Jose Enrique Villacorta, Sergio Natal, Victor Garcia y Omar Álvarez) con los que tengo la suerte de compartir equipo en el Club de Montaña Cumbres de León.

    Salida de la Batallona en el Alto de la Farrapona
    En el Alto de La Farrapona se encuentra la salida. A la izquierda relinchan los asturcones y a la derecha rugen los leones.  Ocupo mi lugar en las primeras lineas del cajón reservado para las huestes leonesas y me noto sorprendentemente tranquilo. Suenan los himnos de Asturies y LLión, momento tradicional y en mi caso especialmente emotivo por tener como diría Alejandro Sanz el corazón partío. Mi alma y el 100% de  mi sangre es azul como la bandera de la tierra que me dio la vida, pero a día de hoy mi corazón y mi gente es la que lleva el León impreso en el costado izquierdo de estas camisetas rosas, más propias del día del orgullo gay que de los colores de la bandera que deberían representar, con las que la organización ha tenido a bien equipar a las huestes del Reino de León.

    Salida de la prueba
    Finaliza la cuenta atrás y salimos como toros en un encierro de San Fermín. El primer kilómetros es bestial. A pesar de bajar reteniendo zancada tengo la sensación de bajar muy rápido, sin embargo veo como constantemente me sobrepasan corredores por ambos costados y debo ir concentrado para no tropezar con ninguno de los que se me cruzan buscando un espacio donde poder correr todavía más deprisa.  Al paso por el primer km veo con estupor que mi reloj marca 3':15" (frente a los 7':00" que tardé el año pasado). ¡Por la sotana de lino de San Francisco de Asís, patrón de las bestias pardas! ¡Sooo, Bisonte sooo!!! que esto es muy largo y vas muy deprisa.

    Lago de la Cueva
    Bordeamos el Lago de la Cueva y comenzamos la ascensión a Cerveriz. Inevitablemente hecho pie a tierra y subo andando. A mi lado llevo a  Henar González, quién a la postre resultará digna vencedora absoluta de la carrera y con quién tuve la suerte de compartir carrera hasta el Lago del Valle. Paso por el km 2 en 10':20" (frente a los 17':02" del año pasado) y me encuentro con Nary Ly, último gran fichaje del equipo leones. Intercambiamos unas palabras y seguimos marcha. Corono el puerto corriendo  y ante mi aparece una preciosa vista de la Majada de Cerveriz

    Subida a la Mayada de Cerveriz
    Vista de la Mayada de Cerveriz y la Vega de Camayor desde el alto de Cerveriz
    Trato de seguir como buenamente puedo la estela de Henar, que corre con la agilidad de una gacela y al mismo tiempo trato de mantener un ritmo asequible para mi nivel.  Llego al primer avituallamiento (km 5), donde apenas me detengo por espacio de unos  30 segundos.

    Lago Cerveriz
    Un último esfuerzo y abandonamos la Vega de Camayor. Llevamos 5,6 km aprox y mi Gramin marca 31':31" (a 5':39" km/h).

    Último tramo de la Vega de Camayor antes de enfilar la bajada al Lago del Valle
    Comenzamos el descenso al Lago del Valle por las Divisas. Es el único tramo supuestamente técnico de todo el recorrido, aunque siendo objetivos la dificultad no es elevada. La mayor parte del recorrido es por un estrecho sendero de tierra y rocas donde se circula en rigurosa fila de a uno. Nada más comenzar el descenso consigo adelantar a 4 corredores en una acertada elección de trazada y este hecho incrementa mi confianza, elemento indispensable para afrontar con garantías una bajada de estas características. Continuo bajando y consigo sobrepasar a algún otro corredor hasta que un par de malas pisadas me recuerdan lo fácil que es estropear una  carrera de montaña por un exceso de confianza y decido moderar el ritmo y dejar de hacer el cafre.

    Finalmente alcanzamos el Lago del Valle y tras bordear un lateral del mismo llegamos al segundo avituallamiento del día. Estoy en el km 9 aprox y llevo un tiempo de 53'28". Decido tomarme un respiro y hago una parada de unos 2-3 minutos. Bebo un par de botellines de agua, aprieto los cordones de ambas zapatillas, estiro cuadriceps y arranco de nuevo ya en solitario.

    Vista del Lago del Valle y de la pista que nos adentra en el Valle del Lago
    Por delante tengo unos 13 kms de terreno muy favorable y voy con  la sensación de tener las energías casi intactas, momento en el que decido poner mis 93,5 kg al servicio de la física. Alargo zancada y dejo que la teoría de la gravedad de Newton se encargue del resto. Por el km 10 paso en 59':50" y por mi cabeza pasa  una idea completamente descabellada apenas una hora antes ¿Y si consigo bajar de las 2 horas?. Quedan 12 km y para ello debería correr a 5 mim/km, una velocidad de crucero impensable en fechas recientes,  pero  si las piernas me respetan a nivel muscular, ciertamente alcanzable en la jornada de hoy. Vuelvo a la vieja escuela, apenas consulto el reloj y me limito a correr por sensaciones, tratando de avanzar lo más rápido posible, pero disfrutando al máximo del entorno y de cada momento de la prueba.

    Vista del Valle del Lago
    Llegando al Pueblo de Valle del Lago  alcanzo a Sergio Natal lo cual me sorprende una barbaridad. Es un corredor con un nivel muy superior al mio, por lo que lo primero que pienso es que viene lesionado. Le pregunto si esta bien y me comenta que solo viene desmotivado porque algún gracioso ha movido una baliza del recorrido y se ha perdido, echando al traste con toda su carrera. Le adelanto y sigo hasta que llegando al avituallamiento me encuentro de nuevo con Henar que sigue volando  en compañía de 2 liebres de lujo Mauro Tezza Y Hector Gómez. En el momento de alcanzarlos escucho a un niño que cuenta a nuestro paso 42, 43, 44 y 45...  ¿estará el niño cantando nuestras posiciones en carrera? No puedo creerme que llegando al km 15 vaya en semejante posición. Sea o no cierto, lo cierto es que me da un subidón de moral de los que hacen época. Por mi cabeza pasa la descabellada idea de acabar en el TOP 50. Paso el avituallamiento de Valle de Lago (km 15) y apenas me detengo por espacio de 20-30 segundos, tiempo  justo para beber un par de tragos de agua y tirarme le resto por la cabeza

    Llegando al pueblo de Valle del Lago
    Con las fuerzas intactas y la moral por las nubes me encomiendo de nuevo  a nuestra señora de los bisontes desamparados y me lanzo al galope. ¡Que los cuadriceps aguanten! que ya me había olvidado de lo bonito que es correr cuando las piernas responden y estoy disfrutando como un enano. Poco a poco voy deborando kms y adelantando no sin dificultad algún contrincante, y todo a pesar de que a estas alturas la fuerzas son parejas y el nivel de mis rivales es muy alto. A unos 2 km de meta pisamos carretera por primera vez entoda la prueba y siento como si me atrapasen en un campo magnético. Tengo la sensación de pesar 135 kgs y de haberme quedado pegado al suelo. Las piernas protestan y voy incómodo pero el caso es que debe ser más un efecto psicológico que puramente físico porque sigo avanzando a muy buen ritmo. Abandonamos la carretera y entramos en un estrecho sendero y escucho pasos por detrás. Es algún corredor que baja más rápido que yo, me adelanta y compruebo que es Sergio Natal. Intentó seguir su ritmo pero este tio es muy , muy bueno y mis piernas son incapaces de ir más deprisa, aún así procuro mantener la referencia visual hasta que aproximadamente un km de meta aparece un pequeño repecho donde tengo imperiosamente que parar y subir andando. Me adelanta un nuevo corredor leonés y aunque tampoco le puedo seguir, al menos si me quedo con su referencia visual. Un último tramo de carretera, una rápida bajada por un estrecho sendero y entrando en Pola de Somiedo veo al gran capitán Salva Calvo.  Apenas me quedan unos 500 metros a meta y aunque el gemelo izquierdo me  amenaza con acalambrarse por primera vez en toda la prueba, ya nada me puede detener. Un último esfuerzo, cruzo el puente, enfilo la larga recta de meta, cuando para mi sorpresa noto el aliento de  un corredor que viene como un avión y trata de adelantarme por mi derecha. Aprieto los dientes y esprinto con todas mis fuerzas como si me persiguiese la mismísima muerte, consiguiendo superarle por apenas unas centésimas de segundo. Cuando trás tras cruzar la pancarta de meta miro para atrás,  veo que es el leones Alberto Garcia quién me ha puesto el motor a 3500 revoluciones por minuto.  Creo que es la primera vez en las 4 ediciones disputadas de la prueba en que necesitan usar la foto finish para dilucidar un puesto.

    En la llegada el primer intercambio de impresiones con Alfonso Cano, Diego Alonso y Sergio Natal y a esperar el desenlace de la prueba. Veo como van llegando  mis compañeros del Maratón Benavides Javi y Mario, también  Jose de Pepe, Armando y el resto de la tropa.

    Con Marío Rego y Javi Jañez del Club Maratón Benavides
    En meta con Jose de Pepe
    Finalmente el reino de León se consigue alzar con la victoria e iguala la contienda 2 a 2 en La Batallona. A nivel personal alcancé el puesto 36 de la general (sobre 501 corredores en meta) con un tiempo de 1h:52':52". 40 minutos menos que el año pasado y a solo 17':16" del ganador que fue el "asturiano"Mohamed Bakkali con 1h:35':36"


    Hora de extraer conclusiones:

    1.- En cualquier deporte de resistencia hay 3 características básicas que son necesarias para progresar: la calidad física, la capacidad de entrenamiento y la constancia y por último la fortaleza mental. La calidad es innata y no la poséo. La capacidad de entrenamiento se trabaja pero nunca la he tenido. Ni siquiera en mis tiempos de juventud, cuando me subía a un árbol del Parque de Ferrera mientras mis compañeros entrenaban y solo me bajaba 3 o 4 semanas antes de las competiciones importantes. Afortunadamente me queda la tercera variable y esa fortaleza mental es precisamente lo siempre me ha permitido competir. Si la cabeza dice que se puede, se puede y hoy es un claro ejemplo de lo expuesto.

    2.- Enlazando con el punto anterior:  un tractor no deja de ser un tractor aunque le cambies la caja de cambios y las 4 ruedas. Lo de hoy solo es un espejismo y lo cierto es que todavía no he empatado con nadie en esto de correr. Cualquier atisbo de euforía no es aceptable y la realidad es que  la próxima carrera volveré a mi posición habitual a cola de pelotón.

    2.- Aunque me quede por aguantar mecha en mi casa de avilés  y me lluevan los palos por haber competido contra Asturias, algo inaceptable desde la perspectiva de una familia integramente asturiana, siento un profundo respeto por la bandera del León y para mi es un orgullo defender sus colores, así que creo que en 2016 volveré a competir defendiendo sus colores....aunque mi representante escucha ofertas ¡¡¡¡¡eh!!!!!

    Próxima parada del Bisonte World Tour 2015: Carrera de Montaña Villalfeide-Polvoreda

    Carrera de montaña Villafeide-Polvoreda 2015

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    Reconozco que tras  mi sorprendente desempeño en La Batallona 2015 fui vilmente poseído por algún fantasma o ente sobrenatural, quiero creer que fue  por el espíritu del fanfarrón que todo asturiano lleva dentro. Si entrenando escasamente, de manera caótica y con medios paleolíticos, consigues quedar en la posición 36 sobre algo más de 500 corredores en meta, en la primera carrera que te tomas en serio en los últimos 15 años, corres el riesgo de perder la perspectiva de que solo eres un sencillo corredor popular y que tu objetivo es DISFRUTAR, y al perder la referencia  te puedes inflar como un pez globo, volverte gilipollas y creerte una especie de Kilian Jornet en versión cantábrica y entonces empiezas a  a preguntarte tonterías del tipo ¿y que pasaría si me pongo a entrenar en serio? o ¿hasta donde podría llegar si me buscase un entrenador o me tomase medio en serio esto de correr?".  Afortunadamente la posesión me duro solo unas 24-48 horas, justo el tiempo que tardé en contratar un exorcista cualificado recién llegado del Vaticano con beca Erasmus, y en expulsar de mi cuerpo a tan insolente y etéreo  ocupante . Y a partir de ese momento y dado que todavía no han creado ninguna ONG ac-hoc para tratar a los que pierden el norte producto de correr por montaña (Corredores de montaña anónimos, trailrunners sin fronteras, etc) y dado que el Centro Reto no te admite porque estar enganchado a la montaña todavía no es considerado adicción por la OMS,  la única cura posible es una terapia de choque agresiva y  como parte del tratamiento para no recaer, me propuse desconectar completamente del deporte por un tiempo y volver al mundo al cual pertenezco: el TRACTORISMO.

    Y aquí estamos, por tercera vez consecutiva en la linea de salida de Villafeide, para disputar una de las 3 carreras sagradas de mi escaso calendario de competición (junto con Alto Sil y Biosfera Trail). Pasamos el arco de control de chips, entramos en el cercado y  me coloco en las últimas posiciones. Mis compañeros tractoristas me miran raros y desconfían de mi presencia en tan noble posición. De alguna manera obvian el hecho de que soy el introductor de esta modalidad deportiva en tierras de León, por culpa de la Batallona ya no me ven como uno de los suyos y creen que voy de farol, ¡malditos resultados!.  Ellos no saben que  en los últimos 30 días solo me he calzado las zapatillas en 3 ocasiones y que este es lugar a dudas mi lugar real y no la efímera posición de La Batallona.

    Dan la salida y tras un cómodo primer kilómetro, cogemos un sendero por la Reguera Oscura y comenzamos el ascenso a la cara norte del Cueto Salón. Me coloco a cola de pelotón en compañía de esta pintoresca  comunidad del tractor  que hemos creado para la carrera de hoy y  que está compuesta por  Javi Reguera, Juanjo Prieto, Laurina Blanco, Ana Midgley y  el dorsal 40.
    Primera subida del día en antepenúltima posición
    Ascendemos lentamente bajo la atenta supervisión de nuestro guardaespaldas privado el corredor escoba hasta coronar esta primera cumbre en el km 4.  Estamos a  1300 metros de altitud y las  vistas son espectaculares. Me descuelgo del grupo, dejo marchar por delante al corredor escoba y me detengo a inmortalizar la imponente visión del Picu Polvoreda que tengo delante.

    ElPicu Polvoreda visto desde la ladera norte del Cueto Salón.

    Comienza la bajada, desciendo surfeando la escombrera y circulo a buen ritmo por el sendero que atraviesa el bosquecillo de hayas y robles  hasta que a la altura del Pontón Cimero me encuentro de nuevo con Javi y Juanjo. La abultada experiencia acumulada tras muchas carreras a cola de pelotón me permiten constatar que nos hemos pasado con el ecoturismo  y vamos bastante mal en nuestra lucha contra el crono. Les  comento que vamos fatal de tiempo, que me da la sensación que Laurina no va a ser capaz de llegar en tiempo (ojala me hubiese equivocado con mi predicción). y prácticamente me los llevo a rastras para que no se me queden  fuera en el cierre de control. Tras 2 km muy corribles llegamos de nuevo a Villalfeide (km 8) y cruzamos el arco de meta en 1h:03':56", con con apenas 11 minutos de margen sobre el   tiempo establecido para cierre de control. Al pasar por meta me emociono con los comentarios  que me dedica el gran Gobitu Bode, un fenómeno de persona que hoy ejerce labores de speaker. Correr no correré un pijo, pero nunca me faltan los ánimos y las palabras de cariño de la gente y eso siempre congratula.

    Cogemos  la Vía Bardalla y comienzo la segunda ascensión del día  en la grata compañia de  Miguel Bernardo Sariego. Subimos con calma hasta coronar a 1300 metros de altitud en 1h:35':10", Llegamos a  mi tramo favorito de la prueba, me despido de Miguel y entro el bonito bosquecillo de robles por donde decido correr a ritmo vivo por primera vez en la prueba. Supero a mis compañeros de expedición Cañi y Javi Cancelo y en solitario  me lanzo con cierta precaución en la bajada camino de  Villafeide para no machacar los  cuadriceps por descender  a fuego como en ediciones anteriores.
    Saliendo del pueblo de Villafeide tras completar la bajada de la segunda cumbre (fotoCundi Vega)
    Alcanzamos la parte alta del pueblo de Villafeide, parada rápida en avituallamiento y seguimos ruta camino del coloso alpino de la jornada. El primer tramo de subida es muy sencillo, hasta llegar al avituallamiento de La Peñica que esta a pie de montaña (km 16). Llegando al mismo  veo  en lontananza a mi fiel compañero de aventuras Jesus Linares con quién he escrito alguna de las paginas más gloriosas del tractorismo leonés (Peña del Tren 2014) y que hoy ejerce labores de fotógrafo. Como voy con los depósitos llenos y por puro postureo, me permito el lujo de subir los últimos 100-150 metros corriendo con el brío de una gacela... y Jesús me obsequia con alguna espectacular instantánea donde incluso me hace parecer atleta. Afortunadamente las fotos son estáticas y no revelan que a estas alturas detrás mía no venían más de  15 corredores  (contando al escoba).

    Llegando al avituallamiento de La Peñica. Foto gentileza de Jesús Linares
    Parada y fonda larga, de las que a mi me gustan con   mantel y cubiertos en el avituallamiento de La Peñica. Tiempo que me sirve para intercambiar unas breves palabras con Jairoy su fiel compañeroBul, enciendo la música,  miro el crono y para arriba. El reloj marca 2h:12':58", con lo cual ya me despreocupo del cierre de control. ¡Ufff! que dura es esta subida. Me siento como Frodo Bolsón tratando de entrar en Mordor por  el paso secreto a través de sus montañas con el anillo a cuestas, claro que  Frodo era un hobbit y al ser de tamaño mediano le pusieron un anillo, y se ve que a mi como me ven extragrande, me han colgado una rueda de molino al cuello. El problema es que en montaña no hay ni magos, ni enanos, ni elfos que te puedan echar una mano, así que animo y para delante mi estimado bisonte.

    A unos 1500 metros de altitud en la subida al Picu Polvoreda (fotoCoyança trail)
    Voy devorando metros de altitud sin nada reseñable que  destacar (salvo los ánimos y las fotos de Chano y de Carlos Pérez y su grupo) hasta alcanzar el avituallamiento del descansillo que está a 1600 metros de altitud. En mitad de una ladera pelada y a la solana están mis 2 voluntarias favoritas de la prueba  Nerea y Amanda,  que me atienden con su mejor sonrisa. Aquí reside el verdadero  secreto  de esta fantástica prueba: sus voluntarios.
    Amanda y Nerea en el avituallamiento de altura y siempre atendiendo con una sonrisa ¡Un lujo!
    Superamos  el descansillo de los 1600 metros y  entramos en la parte más dura de la ascensión. Faltan 400 metros verticales a cumbre y la montaña ya no da ningún respiro hasta la cima.

    Subiendo  al Picu Polvoreda (foto Coyança Trail)

    Lo que hemos subido...y lo que todavía nos queda por subir hasta alcanzar cumbre (foto Coyança Trail)

     Espectacular vista del valle desde cerca de la cima (foto de Carlos Pérez)

    A unos 200 metros de cima (foto de Carlos Pérez)
    Continuo ascendiendo con la rueda de molino al cuello, y para mi sorpresa consigo adelantar a otros participantes que también deben de llevar su particular rueda de molino a cuestas. Corono en 3h:10':54" (desde la Peñica he subido en 58 minutos, siendo mi ascensión más rápida hasta el momento). Tras tocar el vertice geodésico que luce espectacular con el pendón y la bandera de León me dispongo a bajar. Me llevo a una alegría inmensa  al ver de nuevo a mi amigo  Tomás Baños que hoy vuelve a competir tras 9 meses en le dique seco. Le digo que me coja rueda, que si quiere le marco la trazada en el tramo complicado de bajada. Prefiere bajar más despacio y arranco llevando a mi compañero Luis Regales de guardaespaldas. Es una bajada muy técnica por fuera de pista y hay que tener precaución. Bajo cómodo, pero con mucha precaución por miedo a quedarme sin piernas como en las dos ediciones previas. Llego al último avituallamiento sin contratiempos y lo más importante CON PIERNAS. Tomo un enantium que llevaba de reserva y me lanzo a deborar el último km de bajada antes de afrontar la última subida del día. Para mi sorpresa me quedo sin piernas a falta de unos 500 metros para llegar abajo. La misma historia de siempre pero está vez cuando menos lo esperaba. Los cuadriceps se me agarrotan y se me ponen duros como piedras. Me detengo e intento  estirar sin ningún éxito. Toca tirar de experiencia y hoy no tengo ningunaa presión por el cierre de control. Arranco andando hasta llegar abajo (3h:52:24), con la esperanza de relajar piernas en él último km  de subida. Afortunadamente subiendo la cosa mejora sobremanera, entiendo que el enantium ha hecho efecto (creo que tenía que haberlo tomado media hora antes). Corono el último pico en 4h:02:58 y me lanzo para abajo con más miedo que vergüenza. Me  gusta bajar y la bajada es para correr a muerte, pero tengo miedo a quedarme tirado dados los antecedentes. Corro muy raro, con las piernas lo más estiradas posibles para limitar el trabajo de los grupos musculares superiores de las piernas. Atravesamos una pradería y veo delante a un grupo de 5-6 corredores. Mira que yo corro extraño, pero es que ellos no aparentan ir mucho mejor. Parecemos una secuencia rodada con zombies en "The Walking Dead". A medida que voy bajando me voy encontrando mejor, voy adelantando corredores y voy ganado confianza. Consigo alcanzar a gente conocida como Ramón Medina Veronica Moreno (que todavía me debe las pegatinas que me quito en la pasada que me dió en Aquilinos) o Arcadio Sanchez.

    Últimos metros de la bajada final, antes de entrar ene el  pueblo de Villafeide (foto Cundi Vega)




    Completo la bajada y   entro en las calles del pueblo de Villafeide con una sonrisa de oreja a oreja, que hace que culaquiera que vea me pueda confundir fácilmente  con el Joker de Batman. Los vecinos del pueblo y el resto de participantes que ya han llegado a meta  te  aplauden y animan al paso , los niños te piden que les choques la mano al pasar. Ahora si que por un instante me siento como Kilian Jornet (en versión tractor). Es pura magia, las piernas corren solas y sin esfuerzo,  es un momento increíble y deseas que la carrera no se acabe nunca. Últimos metros y entro en meta en solitario y esprintando como un loco en dura pugna contra mi propia sombra, una absurdo hábito que conservo desde joven y que permite acostumbrar a tu organismo a un último esfuerzo cuando ya no hay de donde sacar (la vida es larga y nunca se sabe si algún día me hará falta).

    Finalmente he completado los 27,7 km con 3480 metros de desnivel acumulado (1790 positivos y 1790 negativos) de la prueba con un tiempo de 4h:15':09" un puesto 126 en categoría masculina sobre 168 en meta (191 en la salida) y apenas a 107 insignificantes minutos del  ganador que fue un intratable  Pablín Villa con  nuevo récord de la prueba incluido  2h:28':33"

    Tras cruzar el arco de meta
    En meta un niño me mira sorprendido al recogerme  mi chip  y  con inocencia me dice "¡Jo! que alto eres". No puedo evitar que se me escape una sonrisa. Hay corredores buenos, rápidos, duros, lentos y luego estamos los  ALTOS. Esas palabras resumen como me  siento hoy. No es que sea alto, es que vengo crecido. Me han sobrado unos 45 minutos para el cierre de control y es la carrera que más he disfrutado en mucho tiempo.


    Para finalizar llega la hora de extraer conclusiones:

    1.- Poco me queda por decir de esta prueba que no haya dicho ya mil veces. Un recorrido espectacular, subiendo a una de las montañas más bonitas del Reino de  León, con un entorno natural privilegiado como marco de fondo, si a estos ingredientes de partida le sumas el ingrediente secreto, que no es otro que una legión de voluntarios armados con su mejor sonrisa y unas tremendas ganas de colaborar y un pueblo volcado con una carrera que les ha puesto en el mapa merced al extraordinario trabajo del señor Javier Perez y el Club de Montaña Villafeide, el resultado final solo puede ser una prueba que no deja indiferente a nadie y a la que resulta muy complicado sacarle algún pero. Mientras nos sigan tratando así de bien, habrá que seguir viniendo año tras año.

    2.- A título personal estoy  muy contento. . Decía Aristóteles que debía de ser un tío muy espabilao en su época, que la virtud se encontraba en el mesotes o termino medio(también conocido como justo medio Aristotélico). El día que encuentre el equilibrio entre entrenar en serio y no entrenar apenas nada y acabar todas las carreras arrastrándome como una culebra, esto va a ser la leche porque hay que ver que bonito y que fácil es correr cuando tienes piernas y para muestra la carrera de hoy.

    Cara de satisfacción en meta tras haber disfrutado de una carrera fantástica ( gentileza de Francisco Arcibo) 
    Y dado que con la carrera de hoy he completado todos los objetivos del año, y que hasta la Transcandamia 2016 no tengo ya nada en mente,  ahora a descansar como poco hasta septiembre (o hasta que me vuelva a apetecer correr de nuevo) y luego ¿quien sabe? Sayambre, Redes, Peñacorada, Calderones, Fontañan Express.... Time Will tell!

    Nos vemos corriendo por montaña
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    Carrera por montaña Villafeide 2015


    Feliz Navidad

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    Como todos los años por estas fechas, lo que procede es desearos  unas muy felices fiestas navideñas y un prospero año nuevo a todos y todas los que os pasáis por este blog.

    Esperemos que el año nuevo nos traiga trabajo para todos y salud y tiempo libre para poder disfrutar de nuestro fantástico deporte.



     Bon añu y prestoses fiestes navidiegues

    Nos vemos corriendo en 2014

    Feliz año 2014

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    El nuevo año se presenta como un lienzo en blanco pendiente de pintar. Cada uno en función de sus circunstancias personales decidirá el estilo, el color y las formas con las que dibujará su propio cuadro.

    Por delante quedan muchas montañas que coronar, muchos lugares que descubrir, muchos senderos que transitar, muchos kilómetros que recorrer y muchas experiencias que compartir con amigos y conocidos... y cuando las cosas se compliquen, hay que procurar recordar quelos obstáculos solo son los inconvenientes  que las personas ven cuando dejan de ver su propias metas

    Os deseo a todos los amigos y amigas que corréis por el mundo  un prospero año 2014  y espero que seáis capaces de alcanzar todas las  metas que os hayáis planteado para el año nuevo.

    Nos vemos corriendo,



    Resumen año 2013

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    Como es habitual  en  estas fechas  toca hacer balance de lo sucedido a nivel deportivo a lo largo del año que acaba de concluir. Lo cierto es que en mi caso caben 2 análisis y ambos son completamente  dispares. Si miramos los números fríamente la lectura es bastante negativa. Desde que comencé a correr de nuevo en el año 2011 esta ha sido la peor temporada de largo, la que menos pruebas he podido disputar (apenas 6 carreras), la que menos kilómetros he competido y la que peores registros en puestos y sobre todo en tiempos he conseguido. Si hace 2 años, volví después de 13 años sin calzarme unas zapatillas de atletismo, y acabé el año pensando en ser capaz de correr de nuevo a ritmos por debajo de 4min/km (algo que está al alcance de casi todo el mundo), este año he acabado corriendo holgadamente por encima de lo 5 min/km., lo que me hace pensar que si el atletismo fuese una ciencia exacta, debería empezar a valorar una retirada definitiva.

    Aunque este año no fue una prioridad, si nos centramos en analizar mi participación en latercera copa de carreras populares diputación de León, mi resultado final fue un puesto 418 sobre 538 atletas inscritos con apenas 1504 puntos, muy lejos queda el resultado de hace 2 años donde ocupe el puesto 26 de la general (13 en categoría senior) o incluso  con el puesto 169 del año pasado.

    PRUEBA
    TIPO
    DISTANCIA
    TIEMPO
    PUESTO
    DESNIVEL ACUMULADO
    Transcandamia
    Montaña
    18.000
    2h:17´:57"
    252/400
    1.808 metros
    (904+ y 904-)
    Alto Sil
    Montaña
    31.000
    5h:57':23"
    354/400
    3.550 metros (1525+ y 1525-)
    Trail de la Biosfera
    Montaña
    26.000
    5h:38':00"
    118/179
    4.222 metros
    (2111+ y 2111-)
    Villaldeide-Polvoreda
    Montaña
    21000
    3h:16´:19"
    94/162
    2.654 metros
    (1327+ y 1327-)
    Legua y media Benavides
    Carretera
    8.350
    37´:50"
    102/231

    10 km ciudad de León
    Carretera
    10.000
    52´:29"
    951/1500

    114.350 m
    12.234 metros


    Sin embargo cabe otra lectura menos evidente y mucho más personal de la temporada, y es que en un año que no  ha sido fácil (el próximo año tampoco lo será) he conseguido mantenerme a flote. Y por encima de todo que si el objetivo del deporte es conocerse a uno mismo y conocer los limites propios, este año ha sido un año que me ha servido para mucho. Los muchos kilómetros y horas que he disputado sin compañía  y en algunos casos en completa soledad, me han servido para conocer mis limites, no por la parte superior  sino por la parte inferior, es decir, conocer cual es el nivel físico base o mínimo que puedo tener para completar una carrera de montaña. Si uno conoce este umbral mínimo  ya sabe de donde parte a la hora de afrontar futuros  retos.


    Ha sido una año en el que disfrutado mucho, en el que he retornado al origen del deporte, al mero hecho de competir con el fin de llegar a meta, y he sentido sensaciones increíbles cada vez que cruzaba una pancarta de  meta. En mi mente quedan estampas y momentos que perdurarán por mucho tiempo: Subir a 4 patas la subida final en la Transcandamia con la gente  animando en la parte superior, correr con más de un metro de nieve en el Alto Sil, atravesar una  galería minera  o correr entre arboles milenarios en el Faedo de Ciñera durante el trail de la  Biosfera.

    En fin, aquí dejo algunas fotos que me recuerdan algunos de esos momentos.

    Nos vemos corriendo en 2014











    Arrancamos la temporada 2014

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    "Puedo escribir y no disimular, es la ventaja de irse haciendo viejo, no tengo nada para impresionar, ni por fuera ni por dentro" esta estrofa  extraída de una canción de Fito y los Fitipaldisdefine  perfectamente lo que siento en este momento de mi vida.

    En poco más de 24 horas comenzaré la nueva temporada con la disputa de La Transcandamia, una temporada que presumo de transición, en la que no tengo planificado  ningún calendario fijo y en  en la que no me planteo ningún reto reseñable. Iremos viendo sobre la marcha como evolucionan las cosas y en función de ello iremos definiendo las carreras donde podremos participar. Por encima de todo me gustaría conseguir plaza para disputar mi carrera favorita del año: la  carrera de montaña del Alto Sil  y en la medida de lo posible poder disputar el Trail de la Biosfera, la carrera de montaña Villalfeide-Polvireda y la carrera de mi club: Legua y Media nocturna de Benavides, sin descartar la Truchillas-Vizcodillo, la Transvaldeonica y  si fuese posible volver a correr en mi tierra después de 14 años, pues mejor que mejor.

    Por lo demás, trataré de volver a los orígenes del blog, respetando profundamente la labor no siempre agradecida de los organizadores, es momento de escapar del "postureo" que se esta instalando en este mundillo y de decir las cosas tal y como son  aunque a veces no a todo el mundo le pueda gustar. He visto cosas últimamente que no me gustan y no cabe duda que habrá que exponerlas a lo largo de  la temporada en curso.

    Quiero acabar esta entrada con una reflexión bastante personal, es humano mirar siempre para aquellos que están mejor que nosotros  y quejarnos por no poder correr más rápido, o durante más tiempo o mayores distancias, pero raramente agradecemos el mero  hecho de poder correr, y en el fondo somos muy afortunados por poder hacerlo. Al final de año pasado  conocí la historia de  Fernando Leira Almagro (@LeiraAlmagro),   un deportista asturiano que lucha a diario contra la esclerosis  lateral atrófica "ELA" y a raíz de ello pude constatar lo afortunado que soy.  Hay mucha gente anónima que sufre de enfermedades raras e incapacitantes o simplemente de afecciones  medulares y paraplejías que les imposibilitan el mero hecho de caminar y mucho menos de correr. El señor Leira es todo un ejemplo de coraje. No solo combate a diario contra su enfermedad degenerativa, sino que además saca fuerzas para  luchar por otros y  para dar a conocer su enfermedad y otras enfermedades  raras y lo hace utilizando el deporte como trampolín. En la medida de mis escasas posibilidades y de mi casi nula repercusión mediática,  me he ofrecido a colaborar con él, así que si este año en alguna prueba me veis corriendo  con 2 dorsales diferentes (el mio  y el dorsal número 32  de Fernando Leira) no penséis que me he vuelto loco, solo  es mi pequeña y simbólica contribución a este y tantos otros luchadores de los que tanto nos queda por aprender.

    Sin otro particular , espero que todos y  todas tengamos una satisfactoría temporada atlética,

    Nos vemos corriendo

    Transcandamia 2014

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    Deportivamente hoy ha sido un buen día, ya que tras pelearme como un titán por espacio de  mas de 50 minutos contra el formulario de inscripción, finalmente he conseguido  in extremis plaza para disputar mi carrera favorita del año, pero eso es otra historia y ahora lo que toca es analizar la fantástica carrera que tuvimos la suerte de disfrutar el pasado domingo.

    ¿Que extraña fuerza  puede llevar a un ser humano a levantarse a las 7 de la mañana de un frío domingo  del mes de enero, con la única finalidad de salir  a correr por el monte  en pantalón  corto y para que a pesar de llegar a casa lleno de barro hasta las  orejas, físicamente fundido y con la expectativa de caminar como Robocop los próximos 3 -4 días, entres por la puerta de tu vivienda  con una cara de felicidad que parece que has pasado la mañana de fiesta con un grupo de rastafaris jamaicanos?

    La respuesta es TRANSCANDAMIA. Una carrera con 3 ediciones, que ha ido mejorando año tras año hasta conseguir convertirse en una prueba de notable alto, y que conste que el sobresaliente lo ha perdido por causas totalmente ajenas a la organización, ya que  un desalmado o quizás un borderline, tuvo la feliz ocurrencia de quitar unas balizas del recorrido y como consecuencia se recortó  la prueba en 3,5 km aproximadamente. 

    Así que desde aquí aprovecho para dar la  enhorabuena a toda la organización y sobre ellos a  su alma mater Anibal Miguel. Y sin más entramos en materia.

    Salida de la Transcandamia 2014

    A las 8.30 aparezco por Las Lomas. La temperatura ronda los 0ºC y  hay una niebla densa  lo que recuerda mucho las condiciones meteorológicas de la  primera edición. Recojo el dorsal y compruebo el tramo final de la prueba en compañía de Sergio Natal. ¡¡¡uff!!! La Anibalada mete miedo por la cabeza, menos mal que han tirado una cuerda, que sino tengo dudas de que fuese posible ascender. En cualquier caso esta primera toma de contacto me sirve para constatar que debo alterar mi plan inicial de carrera. En perspectiva de que el recorrido este muy embarrado y resbaladizo, opto por no salir en la última fila y procuro salir lo más adelante posible. Dan la salida y salimos unos 450 corredores como auténticos toros tras el chupinazo de San Fermín. Vamos cuesta abajo y tengo la sensación de ir rapido, pero me adelantan por todos lados, por la izquierda, por la derecha y no me saltan porque mide 1,92 que sino me pasarían por encima y de repente nos encontramos de frente con la primera subida.

    Primera subida de la prueba
    Primer calentón para el motor, coronamos el repecho  y cogemos el clásico recorrido de todas las ediciones. Cruzamos el "cuello de botella" y en rigurosa fila india desfilamos  por un estrecho sendero , antes de lanzarnos de nuevo  por otra bajada rapidísima por el camino que  bordea la antigua ermita, pasamos una vaguada  y subimos de nuevo  hasta llegar  a la pista del aeródromo.  Por delante tenemos un kilómetro llano y por pista en buen estado  para correr muy rápido.

    Transitando por el sendero en fila india
    Y en ese momento mi organismo que es una democracia parlamentaria,  mantiene el primer debate de la temporada. Las fuerzas están intactas y el motor (aparato cardiovascular) que es muy temerario me pide correr más  rápido, el cerebro que es perro viejo y se las sabe todas, contesta "pero loco a donde narices vas con apenas 5 sesiones y 48 km acumulados de entrenamiento" y por último las piernas que son independentistas y se han declarado en rebeldía tiempo atrás, agobiadas y  tremendamente enojadas por tener que empujar 98 km de peso por estos caminos irregulares, deciden abstenerse. Al final todos llegan a un acuerdo de mínimos, y pactamos que con el fin  de minimizar riesgos, lo mejor es mantener un ritmo rápido hasta enfilar la presumiblemente complicada larga bajada del aeródromo, para luego bajar el pistón ,dejarse ir y rezar para no haber gastado demasiada gasolina en este tramo "correndero".

    Llegamos al final de   la bajada (más o menos llevaremos unos 3,5 km) y comienza la Transcandamia en estado puro. Los próximos 7 u 8  km son una concatenación de duras cuestas , bajadas verticales, constantes toboganes y estrechas senderos para correr en fila india con emotivos nombres como la "senda de los leñadores", o ·la "subida del mirador", todo ello amenizado por un invitado de lujo: El barro.

    Una de las múltiples subidas para "senderistas" de la prueba

    Ya en la primera subida constato que la prueba se me va a hacer muy dura. Me adelantan algunos corredores y finalmente  cuando a media cuesta me adelanta un corredor con la significativa camiseta de los Tortugas Trail, me doy cuenta de que a día de hoy y gracias a mi esbelta figura, compito en categoría de "mamut de montaña", aunque no pierdo la esperanza de algún día la federación mundial de atletismo recapacite y  se de cuenta de que en atletismo las categoríasdeberían ser por peso como en Judo o en Boxeo y no por edad (me gustaría  a mi ver a los keniatas o a  los etíopes corriendo con casi 100 kg, seguro que no avanzaban precisamente como gacelas).

    Unas veces toca bajar sentado...

    ...Y otras  de pies



    Menudo lujo de recorrido, hago de todo:  subir a 4 patas y agarrándome a raíces o matorrales  para poder tracionar, bajar de culo, de  lado o haciendo el cangrejo y correr por algunos tramos como un equilibrista sobre un alambre  intentando mantener el equilibrio a toda costa y  todo combinado con bajadas rapidísimas ¡¡¡ahhh!! sin olvidar alguna culada importante (  aunque al menos no caí de cabeza como el corredor que me precedía  en una bajada). En resumidas cuentas y a riesgo de que me encierren por loco, un autentico lujo.




    Trascurren los km y pasamos el tramo más complicado, bajamos la embarrada cresta de las médulas y enfilamos el Alpe d'Huez de la Transcandamia: "la cuesta de los perros". Una subida muy pendiente con muchísimo barro y donde tienes que fijarte constantemente donde pisas para no resbalar. Si miras para arriba malo, pero si miras para abajo es  incluso  peor. Y llegando arriba me encuentro con un fotógrafo de lujo,  el presi del Cumbres de León Javier "Yeti".

    Cuesta de los perros
    Cuesta de los perros

    Finalmente coronamos la empinada cuesta y alcanzamos la meseta de Las Lomas, llevamos unos 10-11 km en las piernas y la parte más complicada de la Transcandamia con permiso de 3 tramos puntuales (Bajada del mirador, cortafuegos y cuesta final) ya está superada. Entramos en un tramo "correndero" donde si se tienen fuerzas se puede correr muy rápido, pero evidentemente ese no es mi caso.  A ritmo trotón, la mayor parte del tiempo incluso andando, voy avanzando y cuidando las piernas.

    Bajamos hasta Puente Castro, bordeamos el deposito del agua y arrancamos para arriba,  al rato veo algo extraño. Conozco el recorrido y algo no me cuadra. Teníamos que haber tomado un desvío pero seguimos recto por una pista, da igual ya no me paro a pensar demasiado, continuo tras los aprox. 300 corredores que me preceden y llego a la bajada del mirador (uno de los tramos que más respeto me merecen)

    Estado en el que se encontraba la complicada "bajada del mirador"
    "buaff" menuda chocolatada, soy incapaz de mantenerme en pie y no tengo a donde agarrarme porque a los lados hay zarzas, bajo como buenamente puedo hasta llegar abajo....pero me encuentro con 2 problemas, se me acalambran los cuadriceps y al llegar abajo sufro el "efecto ancla", mis zapatillas tienen tanto barro que tengo la sensación de arrastrar unos zapatos de payaso del numero 60 y además pesan lo que no esta escrito, continuamos subiendo por  la pista, bordeamos los chalets y enfilamos la bajada del cortafuegos  y allí veo un par de fotógrafos y me digo este es mi pasaporte a la fama.  Me lanzo a correr aprovechando la gravedad que para algo tienen que servir 98 km de peso y aprovecho para posar como un profesional del "running"al paso por los fotógrafos, puro "postureo" de manual para poder demostrar a mis amigos que soy CORREDOR DE MONTAÑA, y no  SENDERISTA como puedan pensar a juzgar por las múltiples fotos en las que salgo andando.



    Acabamos el cortafuegos, giramos a la derecha y comenzamos la subida final, primero tendida y posteriormente más pendiente hasta llegar a la base de "La Anibalada". Desde abajo uno se pregunta ¿y como subo esto?.

    Tramo inicial de la complicadísima  cuesta final o Anibalada : 


    A 4 patas asciendo los primeros 10 metros y alcanzo la cuerda, por cierto el año que viene para esta prueba me pienso dejar  las uñas tan largas que van a parecer las garras de un tigre de Bengala.  Agarro la cuerda y empiezo a trepar y llega el momento más surrealista de la carrera. Subo por el lado derecho de la cuerda y desde lo alto el bueno de Tomas Baños me aconseja pasar para el otro lado de la cuerda.Si trepas por una pendiente superior al 40%, con barro y sobre una superficie que resbala  como si de un espejo se tratase,  el 99% de las personas encuestadas pasarían por encima de la cuerda, pero los de Avilés siempre hemos sido una raza diferente, así que producto de mi habilidad innata para las artes escénicas, decido deslizar mi 192 centímetros de altura  con mucho arte por debajo de la cuerda, el resultado es un salto propio de los mundiales de natación, un carpado con doble tirabuzón, pero evitando   soltar la cuerda en ningún momento, si la llego a soltar causamos una tragedia, porque me hubiese llevado cuesta abajo a los 4 o 5 incautos que ascendían detrás mía.

    Momento circense de la carrera



    Menos mal que  Luis Angel Esquivel estaba allí para inmortalizar el momento...claro que por culpa de tan lamentable suceso, los esponsors han decidido abandonarme en masa y no creo que pueda seguir mucho más tiempo viviendo profesionalmente del trail. De todas formas no os preocupéis en exceso por mi, porque en mi condición de tesorero delClub de montaña Cumbres de León llevo meses desviando dinero a una cuenta en Suiza para cuando el trail ya no  me permita vivir cómodamente del deporte.

    Tramo intermedio de la Anibalada 


    Coronando el primer repecho de la Anibalada

    Corono este primer repecho y suelto la cuerda.  Avanzamos  lateralmente un tramo de unos 20 metros y enfilamos el tramo final de subida por un estrecho pasillo flanqueado por mucho público a ambos lados, Se te ponen los pelos como escarpias, y la gente te sube en volandas., esto lo había visto a través de  la televisión en la Zegama pero era algo impensable para mi, sentirlo en mis propios huesos y corriendo en casa.  Una vez superado el repecho se enfila la recta de meta y a diferencia del año anterior que coroné completamente fundido, este año si consigo entrar corriendo en meta.

    Pasillo de gente en el segundo repecho de la subida final: sencillamente IMPRESIONANTE


    La cara de satisafcción lo dice todo ¿no?... ¡lo conseguimos!

    Finalmente completo los aproximadamente 15,5 km de la prueba "tuneada" en un tiempo de 2h:08':52", acabando en el puesto 283 de la general (sobre 416 corredores en meta). a 43':05" del ganador que fue Rubén Mediavilla Vallinas.

    Muy cansado pero con una satisfacción inmensa por haber disfrutado de una carrera distinta, sirva como referencia que sacar 1000 metros de desnivel positivo en 19 km y cuando la diferencia entre el punto más alto y más bajo de la prueba es de únicamente 100 metros aprox, no es para nada labor sencilla. 

    Quiero acabar con un par de  reflexiones. Dice el viejo proverbio latino que "excusatio non petita, acusato manifiesta", pero entiendo oportuno realizar una aclaración para evitar malos entendidos. La semana previa a la prueba varias personas relacionadas con el mundo del trail leones,  bromeamos en twitter sobre la prueba y soy consciente de que dichos comentarios ha generado cierto malestar en los organizadores (o al menos en algunos de ellos). Hablo por mi  cuando digo que no se buscaba ofender a nadie, sino expresar utilizando una visión cómica  nuestra opinión de que a día de hoy siendo una buena carrera, la Transcandamia no es la mejor carrera de trail de Léon y sin embargo tiene una cobertura mediática muy superior a otras pruebas más consolidadas y con mayor solera. Es una opinión personal y podría estar equivocado, de la misma manera que cualquier persona podría libremente  opinar que soy un paquete corriendo o que este blog es una mierda (probablemente ambas cosas sean ciertas) y yo respetaría dicha opinión. Lo que si quiero dejar claro es que TODOS nos alegramos del éxito de la prueba y para todos es un orgullo que una prueba como esta se celebre en la ciudad de León, y lo más importante es que este tipo de eventos deben servir para unir y no dividir a aquellos que apreciamos  la montaña y el mundillo de  las carreras por montaña.

    Segunda reflexión, se está poniendo de moda quitar balizas y modificar recorridos en pruebas de montaña. A parte de una falta de respeto a la organización y los participantes, en ocasiones puede dejar de ser una broma pesada para convertirse en una broma peligrosa. Una baliza colocada en un lugar erróneo puede suponer que los participantes se desvíen hacia lugares no adecuados, así que a ver si vuelve a reinar el civismo y este tipo de actitudes no se convierten practica habitual.

    Por último, muchísimas gracias a todos los aficionados y a todos los fotógrafos que nos acompañasteis durante el desarrollo de la prueba porque una parte muy importante del éxito de la prueba radica en vosotros.

    Próxima parada: Carrera de montaña del Alto Sil








    ¿Que está pasando con las inscripciones en el mundo del trail?

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    Escribo  está entrada comoforo de reflexión y con la firme idea de que todos los que disfrutamos de esta disciplina nos exprimamos un poco la "mollera" con el fin de aportar ideas que ayuden a mejorar los actuales sistemas de inscripción y no con el fin de criticar a   los organizadores. Intentemos ver el problema desde una perspectiva creativa y con un enfoque positivo para solucionar un problema que va a más, que redunda en perjuicio de todos los interesados y que a priori no tiene una solución sencilla.

    En apenas 2 semanas hemos asistido a la apertura de la  inscripción para 2 de las carreras por  montaña  más emblemáticas del territorio asturleonés: La Carrera de montaña del Alto SilyLa Travesera y en ambas pruebas ha habido un cierto descontrol con el sistema de inscripciones. En el caso del Alto Sil, a las 9:00 horas de la mañana, hora de apertura de inscripciones, mas de mil personas en linea para solamente 400 plazas, consecuencia directa: colapso de la página de inscripción  y una odisea para conseguir plaza. En el caso de La Travesera tres cuartos de lo mismo pero con horario de inscripción de MEDIANOCHE. Por lo que he podido leer en el día de hoy,  las 250  plazas disponibles  duraron solamente 12 minutos. A este paso el lema de la prueba no va a ser el  conocido "Ta fecha" que pone la camiseta que le entregan a los corredores que cruzan la meta, si no el "Ta Fecha...la inscripción". Hoy por la mañana se conectaba uno a las redes sociales y esto parecía el postpartido de la final de Champions League en fútbol, los que han conseguido plaza irradiando felicidad y los que desgraciadamente se han quedado fuera mostrando  una combinación de tristeza, resignación e incluso cierta impotencia por no conseguir plaza..

    El auge de este tipo de pruebas han hecho que en apenas un lustro este deporte haya pasado de  ser una disciplina casi marginal a un deporte de masas. La consecuencia es que muchas pruebas ven sobrepasado el número de plazas ofertadas en 4, 8  o incluso 10 veces dicha cantidad  y aquí es donde empieza la madre del cordero. Desde la perspectiva del corredor, fiar todo el éxito de una inscripción a tener la suerte de que no te toque turno de noche en el trabajo, que tu ordenador no "pete" a la hora justa de apertura de la inscripción, que no te falle la linea de conexión de Internet en tu pueblo o que el administrador de la página de inscripción no colapse es casi tan difícil  como intentar tener éxito en un concurso radiofónico. Parto de la premisa de que el sistema de inscripción NO ES JUSTO y esta sesgado a nivel técnico. No soy un experto informático, pero entiendo que aquellos que tienen acceso a Internet  por cable, por redes 4G o sistemas de conexión de alta velocidad, tienen preferencia sobre el resto de usuarios (y no todo el mundo vive en ciudades en este territorio nuestro)

    Es cierto que a veces las limitaciones las decide fijar la propia organización para seguir manteniendo unos estándares de calidad óptimos (así sucede en el caso del Alto Sil), pero otras veces es un problema heredado de las imposiciones regulatorias y arbitrarias de diversas administraciones y organismos  públicos o  incluso por el "mamoneo" e intereses oscuros  de algunos colectivos ecologistas de dudosa reputación.
    Saco a colación esto por lo sucedido hace apenas medio año, cuando un colectivo ecologista  (no voy a mencionar su nombre porque no merecen ser mencionados)  intentó hasta el último momento prohibir la disputa de la primera edición del ultratrail DesafiOSOmiedo, y finalmente consiguieron alterar y reducir el recorrido inicialmente previsto bajo la premisa de que los corredores  perjudicaban y alteraban gravemente la vida del oso pardo cantábrico. ¡hay que joderse! 300 corredores en pantalón de deporte y apenas con lo minimamente necesario en la mochila para aguantar corriendo durante las 16, 18 o 20 horas de la prueba, que corren por senderos delimitados y en fila de a uno o pequeños grupos,  ahora resulta que son muy peligrosos y ponen en serio riesgo la supervivencia de un animal tan "endeble" como el oso pardo Cantábrico, y sin  emabrgo los mismos impresentables no dijeron ni mú cuando asfaltaron la carretera que une el pueblo de Saliencia con el Alto de la Farrapona para que fuese final de etapa en la Vuelta Ciclista a España y para que  los turistas puedan subir cómodamente en sus vehículos y aparcar lo más cerca posible de los Lagos de Somiedo (zona de muy alto valor ecológico). Algo similar sucede ahora con la Travesera, al discurrir por un parque nacional existe una limitación y el número máximo de corredores es 250. . ¡Ojo!,  si fuesen 500 ¿destrozarían el parque?¿alterarían la vida de rebecos y corzos? ¿pondrían en peligro la flora endémica de la zona? Al parecer el corredor de montaña es una especie muy peligrosa para el ecosistema y debe ser tratado como a un depredador.  Eso si, no hay problema en hacer un parking gigante en los Lagos de Covadonga o construir un funicular para que turistas urbanitas sin conocimiento y respeto por la montaña puedan subir en chanclas o con tacones al pueblo de Bulnes, en fin, un despropósito infame y muy propio de este país en el que por desgracia nos toca vivir.

    A veces se olvidan de que los mejores ECOLOGISTAS del mundo son los propios vecinos de los pueblos afectados y olvidan que estas personas necesitan vivir de algo (y no del aire o de las subvenciones públicas que tanto criticamos luego). Muchos pseudoegologistas critican a los pastores de montaña  y olvidan que gracias a ellos  y a su ganado, las zonas de montaña permanecen limpias en su sotobosque y se evitan incendios en verano, ponen a parir a   los corredores de montaña y olvidan que por termino general los corredores de montaña (al igual que los montañeros y senderistas) somos gente que queremos y respetamos la montaña como nadie y por último olvidan que este tipo de pruebas son un revulsivo económico y social, basado en un concepto sostenible de economía para zonas desfavorecidas de alta montaña. por  varias razones, primero porque las pruebas de trail ponen en el mapa pequeños núcleos rurales, segundo porque la gente que corre estas pruebas suele mover a su familias y amigos con lo cual se dinamiza la comarca coincidiendo con la prueba, a través de la restauración, de las pernoctaciones en casa rurales, etc. Finalmente no olvidemos el efecto llamada o reclamo, después de disputar las pruebas muchos corredores hacen publicidad de estos lugares (de palabra o a través de publicaciones en blogs y revistas), consiguiendo que en fechas distintas de la de la disputa de la  prueba, la gente vaya a estos lugares para conocerlos, para entrenar en  el recorrido o solo por recordar lo vivido en años anteriores, dinamizando de nuevo los negocios de la zona (porque generalmente se come en la zona o incluso se hace noche en algún establecimiento de la comarca).

    Y tras esta  exposición,   pasamos al apartado realmente importante de la entrada, el momento  de buscar posibles soluciones y todas absolutamente todas  son bien recibidas si pueden servir para mejorar el sistema de inscripciones. Acertada o no, está es mi aportación:

    1.- Si  una prueba cuenta con  una demanda de digamos 2.000 corredores y solo se ofertan por necesidades regulatorias o de organización 200  o 300 plazas  ¿No sería posible realizar 2 pruebas en fechas diferentes? Imaginemos que la Travesera para corredores de nivel alto o medio-alto se desarrolla en una fecha determinada ¿No se podría organizar una segunda prueba un fin de semana diferente? El éxito de esta segunda prueba estaría garantizado de mano en virtud de la sobredemanda de plazas y además podría tener sentido competitivo porque se podría dar la posibilidad de que los corredores que ocupasen las  10 primeras posiciones por ejemplo, se les reservará plaza para la prueba "élite" del año siguiente"

    2.- Llegados al punto de "escasez" de plazas, entiendo que sería más justo un sistema de baremos donde por ejemplo se de prioridad a los habitantes del zona, a la gente que hubiese disputado dicha prueba en años anteriores o cualquier otro criterio mínimamente  objetivo que se le ocurra a la organización y a partir de ese sistema y para las plazas restantes un sorteo puro y duro al estilo de la Zegama-Aizcorri (a nivel deportivo Euskadi  suele ir siempre muy  delante del resto)

    3.- Las carreras de montaña no son un deporte meramente individual. Tan importante como la prueba en si misma, suele ser  la precarrera y la postacarrera. A estas pruebas se suele ir en grupo con los amigos de entrenamiento y aventura ¿Tiene sentidos que no se permitan  solicitudes de grupo? ¿Es justo que en un grupo de 4 o 5 personas consigan plaza 3 y 2 se queden fuera y no se les de la posibilidad de inscripción grupal?. ¡Ojo!, no quiere decir que tengan más posibilidades que el resto, si no que por ese canal de inscripción consigan plazo todos los del mismo grupo o ninguno (si optan por inscripción individual se desactiva esta opción).

    Supongo que hay mil ideas que se podrían plantear y como 10, 20 o 30 cabezas piensan más que una sola (especialmente si esa cabeza es la mía), quedo a la espera de recibir cualquier comentario, sugerencia o idea que se os pueda ocurrir para intentar poner en orden este problema y que pueda ayudar a los organizadores en futuras ediciones. Al fin y al cabo, todo lo que se pueda mejorar redunda en beneficio directo de todos (organizadores, corredores y  pueblos).

    Nos vemos corriendo por montaña (...siempre y cuando consigamos inscripción para las pruebas, claro está)


    Camino del Alto Sil 2014

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    Faltan exactamente 4 semanas para la disputa de mi carrera favorita de la temporada y es momento de echar la vista atrás. Llegue a esta prueba por causalidad, supongo que como pasan casi todas la cosas buenas en la vida. Mi amigo y buen conocer de la montaña Javier "Yeti" me hablo de un carrera que hacían en el Bierzo, que estaba muy bien organizada y en la cual se subían 3 cumbres y se cruzaba un río corriendo, esas fueron sus indicaciones y lo cierto es que se quedaba corto cuando me contaba las bondades de la prueba, porque solo han sido necesarias 2 ediciones para que esta carrera sea una parte inseparable de mi temporada deportiva, y es que los humanos somos capaces de medir con exactitud el tiempo, el espacio y multitud de magnitudes mensurables, pero no hemos sido capaces de encontrar la manera de medir los intangibles que nos encontramos en la vida, esos recuerdos que se quedan grabados en nuestra mente y perduran por el tiempo y eso me sucede a mi con esta prueba, tengo gravado cada kilómetro que he disputado en ambas ediciones.

    No en vano, el afán por participar me hizo asumir más riesgo de los necesarios en la anterior edición y en una combinación a partes iguales  de temeridad y estupidez me planté en la salida con apenas 65 km entrenados en toda la temporada (todo concentrado en los 15 día previos a la prueba). Aunque acabar se convirtió en una  odisea propia de Ulises,  disfruté  esa linea de meta como ninguna otra en mi vida, no obstante no puedo dejar que los árboles me impidan ver el bosque y la experiencia me sirvió para aprender que cosas no se deben hacer en montaña y de esa manera  no repetir errores en el futuro. Este año no llegaré tan bien físicamente como a mi me gustaría,  pero si muchísimo mejor que la anterior edición.

    Y ahora hablaremos de la actual edición, y es que está carrera se empieza a correr mucho antes del día de la prueba. En realidad se comienza a a correr en  diciembre, justo cuando publican el día y la hora en que tendrá lugar la inscripción. Apuntas dicha fecha en el calendario de casa, la agenda del móvil, la plantilla de tareas del trabajo dicha fecha, hasta el punto que resulta más sencillo olvidar el cumpleaños de un familiar, tu propio aniversario de bodas o la consulta médica del niño, que el día de apertura de inscripciones. Luego llega la noche previa a la inscripción, y no eres capaz de dormir profundo y lo poco que duermes lo haces pendiente del despertador (hay que ser un poco  monguer, todo sea dicho). A la mañana siguiente llegas la trabajo y le dices a los compañeros que te cubran las espaldas y procuras mirar mal al jefe a primera hora para que no te encarame ningún chollo y a las 9.00 estas conectado a la página de inscripciones como un clavo. Pasas por todas la fases del "yonqui" desde la euforia inicial  a la desilusión intermedia y de vuelta a la euforia cuando consigues plaza. Lo cierto es que después 45 minutos infructuosos y tras múltiples intentos, consigues a apuntarte a la 9.50 en el el último intento y cuando ya dabas por perdida la opción de correr, pero es que en la vida  a veces cuando menos te lo esperas el diablo va y se pone de tu parte, así que a la 9:51 me llega la confirmación de la inscripción. Y desde ese momento corres mentalmente la prueba una y otra vez, hasta el punto de tener completamente definida la estrategia para la edición en curso (otra cosa es lo que salga luego en carrera) y  que divido en 6 etapas o tramos perfectamente diferenciados:

    TRAMO 1- Desde la salida hasta coronar "el muro" (km 5): Corresponde con la ascensión a la primera cumbre, bajada del cortafuegos y subida al muro. Es la primera fase de SENDERISMO, Los depósitos están llenos y es fácil dejarse llevar por la euforia de la salida, pero lo importante es gastar lo menos posible y acortar la carrera, por lo que pase lo que pase haré esos 5 km caminando (aunque vuelva a ir el ultimo y acompañando al corredor escoba como en la anterior edición).

    TRAMO 2- Desde "el muro" hasta el comienzo de la subida a la segunda cumbre: Es el tramo para VOLAR, son unos 7-8 km para correr muy deprisa. La bajada es muy cómoda y rápida y el resto del tramo es prácticamente llano y sin dificultad (parando el tiempo necesario en el avituallamiento de Páramo del Sil). Aquí tengo que coger margen suficiente para no volver a acordarme más del corredor escoba en toda la prueba.

    TRAMO 3- Subida al Alto de La Campona:  Segundo tramo de SENDERISMO, otro tramo largo y presumible con nieve para subir con calma y cuidar las piernas lo máximo posible. Disfrutando del espectacular entorno por el que discurre la prueba.

    TRAMO 4- Desde el alto de la Campona hasta la Braña de Santa Cruz (cruce del río y comienzo de la tercera ascensión y última ascensión). Es el tramo de la INCERTIDUMBRE: dependes de como de complicada este la bajada y como este el tramo que discurre por dentro del río Primout. La idea es tratar de correr o combinar caminar-correr, procurando que un mal paso o un mal apoyo no me deje fuera de combate.

    TRAMO 5- Subida a la tercera cumbre y descenso hasta lel último avituallamiento de la prueba: Tercer tramos de SENDERISMO del día: El primer año me quede sin piernas subiendo esta cumbre (el año pasado venía sin piernas desde mucho antes). Es un tramo para tomárselo de nuevo con mucha calma. las piernas ya vienen muy castigadas tras unos 23 km de subidas y bajadas y el cansancio comienza a hacer mella.

    TRAMO 6: Desde el último avituallamiento hasta meta (5 km finales aprox). Yo a este tramo lo llamo "The Walking Dead": en los niveles en los que yo me muevo en este último tramo se ven auténticos muertos vivientes y  lo digo por experiencia propia. Te duelen músculos de las piernas que no sabes ni  que existen y te cuesta mucho correr, pero aun así y por extraño que pueda parecer, eres capaz de adelantar a otros corredores que van todavía peor que tú, lo que demuestra que casi todo el mundo llega muy tocado (los primeros son de otro planeta) y por eso digo que parece una procesión de zombies.

    Para finalizar, y por si alguien no conoce la prueba y quiere tener alguna referencia de como es, aquí cuelgo mi particular visión de mis dos participaciones previas con fotos que ilustran perfectamente lo que es la prueba.

    Carrera de montaña Alto Sil 2013: Alto de la Campona con más de un metro de nieve

    Carrera de montaña Alto Sil 2012: subiendo al Alto de La Campona

    Nos vemos corriendo en Santa Cruz del Sil,

    10 km de La virgen del Camino 2014

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    Cada vez es  y será todavía más raro verme competir en el reverso tenebroso del asfalto por varios motivos. El primero es que tengo un número de fechas limitadas donde puedo competir y siempre tienen preferencia las pruebas de  montaña y  asistir a un carrera de asfalto me supone gastar una bala de la recamara y renunciar a disputar otra prueba para compensar. Segundo porque mi prehistórico sistema de entrenamiento basado en técnicas de preparación propias del hombre de las cavernas, me supone acumular kilómetros vía cacos (caminar-correr-caminar) y correr de continuo para mi se convierte en misión imposible. En tercer lugar y yo creo que consecuencia de lo anterior, es que no encuentro ningún tipo de motivación para correr en carretera. Aún con todo lo anteriormente expuesto, el buen hacer de Tomás y de los chicos del Club Correcallejeros y la existencia de una prueba cerca de casa  sencilla en sus planteamientos, pero a la vez muy bien organizada y que mima a los corredores, me ha animado a bajar del monte en esta ocasión.

    Y entramos en materia.  Empiezo a  sospechar que la noche previa a la carrera fui abducido  por seres de otro planeta y devolvieron mi cuerpo pero con el espíritu de otro deportista dentro, porque en esta carrera he hecho cosas que no había hecho anteriormente en mi vida.  Acostumbrado como estoy a llegar a las carreras con apenas 15 o 20 minutos de antelación y a plantarme en la linea de salida sin calentar, ni estirar, resulta que en esta ocasión llego  a la Virgen  casi una hora y medio antes de la hora prevista, recojo el dorsal y al loro, me cambio y me voy a correr. Como apenas puedo entrenar 2 o a lo suma 3 días por semana y de esos días el 90% o 95% son sábados y domingos, no me puedo permitir el lujo de no acumular kilómetros de cara a mi próximo objetivo. Esto que puede parecer normal en personas serias, no lo había hecho yo jamas. En cualquier caso salgo a correr por las pistas de tierra que bordean el aeropuerto, y me planto en la salida de la prueba  con 6 km acumulados en las piernas.  No tengo ni la más remota idea de como estoy físicamente, ni se a que ritmo podré correr y ni si quiera me importa. Solo me propongo no mirar el reloj en toda la carrera y dedicarme a correr por sensaciones como en los viejos tiempos. 




    Dan la salida y salgo bastante retrasado como es habitual, cojo un ritmo al que voy cómodo y trato de fijarme  en alguna referencia. A tal fin los primeros 2 kilómetros los hago detrás de un corredor con camiseta y zapatillas New Balance amarillas fluorescentes, tan llamativas que yo creo que sería capaz de iluminar el camino a quien corriese  detrás de él en una oscura noche de luna nueva.  Poco a poco pasan los kilómetros y sin darme cuenta estoy en el kilómetros cuatro. A unos 100 metros por delante veo a Monica Aller y Carlos Justel y me propongo cogerles para tratar de ir con ellos el resto de la prueba, Paso el km 5 y completo la primera vuelta en 21':39" ( es la primera y única vez que miro el reloj en toda la prueba) y sigo adelante. Voy bastante cómodo y el ritmo es más que aceptable, aún así mi objetivo es correr un poco más rápida si fuese posible esta segunda vuelta. Bordeamos el santuario de la Virgen del Camino y comenzamos el leve descenso, amplio zancada y llegando al polideportivo consigo alcanzar a Carlos y Monica, y comienza el tramo de falso llano ascendente  y para mi sorpresa  veo como me quedo literalmente sin baterías.  Me siento igual que un mando a distancia al que  se le están acabando las pilas y donde por muy fuerte que se aprieten los botones llega un  momento en que no es posible cambiar de canal.  Empiezo a notarme muy pesado de piernas y con ganas de caminar, pero aún así consigo aguantar al menos 400 metros más hasta llegar al único repecho de la prueba y allí echo pie a tierra y decido subir andando. Caminar en montaña es más habitual, pero andar durante una prueba en asfalto te deja con una pose de globero que no te aguantas. 

    Corono el repecho e intento   correr  de nuevo pero ya no voy nada cómodo. Carlos y Mónica se me han escapado unos 60 u 80 metros y me toca correr solo, y es justo reconocer que estos últimos 4 kilómetros se me hacen muy, muy largos. Sencillamente las piernas se han cansado de empujar los 97,8 kg del pesaje oficial de la mañana, y la cabeza que otras veces es fiel aliada,  tampoco está hoy por la labor de tirar del carro, así que tengo que luchar contra mi mismo para no parar al menos en 8 o 10 ocasiones, Voy tratando de encontrar motivación debajo de las piedras, primero apoyándome en los acordes de las gaitas y los tambores de la Banda de gaitas que ameniza la carrera al paso por el aeropuerto de León y me motivo escuchando  sones de un país milenario que se niega a olvidar sus raíces. Más tarde recordando las palabras de ánimo  que Fernando  Leire Almagro (@LeiraAlmagro) me dijo al comenzar la prueba cuando le comenté que a mi espalda llevaría el dorsal 32 en representación de los enfermos de ELA " dicen los que lo portan que ese dorsal da alas",  y por último y  a partir del km 8,5 opto por repetirme una y otra vez  uno de mis mantras favoritos, sacado de la poco conocida película bélica australiana de  Gallipolli,  "¿que son tus piernas? muelles de acero ¿y que van a hacer? Llevarme a toda velocidad(claro que en el día de hoy más que muelles de acero lo que soporta mi peso son 2 vigas  de hormigón armado, pero es lo que hay). Lo anteriormente expuesto es  absurdo con total seguridad  pero a mi siempre me  funciona y en el fondo eso es lo importante.  A unos 400 metros del final  consigo alcanzar de nuevo a Carlos y Mónica, la proximidad de la meta me da moral y subo el ritmo hasta enfilar la recta final y como de costumbre entro en meta esprintando como si estuviera escapando de un grupo de leones hambrientos (da igual que vaya solo, con otros 4 o que esté disputando el puesto 455 de la general).



    En meta puesto  184 de la clasificación general sobre  650 corrredores en la salida (594 en meta), con un tiempo de 43':26" y a un mundo.del ganador que fue Enrique Fernandez Pinedo con un tiempo de 31':32.  Al repasar la hemeroteca,  me sorprende gratamente que apenas he tardado 19 segundos más que en la edición del 2012, lo que demuestra que aparentemente mi nivel base ha subido un par de peldaños respecto al lamentable año 2013.

    Y lo mejor de la prueba es el "tercer  tiempo" o post carrera. En esta ocasión tuve tiempo para intercambiar opiniones  con  Mario,  Javier Jañez y Alejandro de mi equipo (se agradece ver corredores de rayas en las carreras),  para conocer en persona y charlar de montaña con Javier Olea,  para charlar un rato con Juan Carlos Carrillo y conocer en persona Jesús Linares del Club Atletismo León , un club creado hace apenas un mes y que trasmite muy buenas sensaciones (creo que van a dar bastante guerra en los próximos años), para saludad a Javi Cancelo y sobre todo para desvirtualizar y conocer  en persona a otro apasionado de la montaña, el gran Piter Gom Hur. !Cago en la leche! llevamos más de 2 años conectados  por medios virtuales y por diversas circunstancias  todavía no habíamos coincido en ninguna prueba y mira tu por donde vamos a conocernos en persona en un hábitat que nos es completamente extraño. Todo un placer conocerle señor Gomez Hurtado, a ver  si al final puedo cuadrar calendario para disputar los Aquilianos, donde a buen seguro compartiremos muchos km y experiencias.


    No quiero finalizar la crónica sin acordarme de todos los  enfermos de ELA. El hecho de portar el dorsal 32 a mi espalda con el eslogan ·#laELAexite no es un mero  tema de "postureo", salvando las enormes diferencias existentes, yo si se´lo que es padecer una enfermedad no convencional (enfermedad de Crohn desde el año 2001), y por ello y aunque solo sea por un breve instante,  puedo sentir    una centésima parte de lo que sienten y padecen los afectados por tan inmunda enfermedad . No es que el dorsal te de alas en si mismo, sino que portar el  dorsal te enseña humildad y te recuerda lo inmensamente afortunados que somos todos por poder correr (más rápido o más despacio) y  poder afrontar todos lo días con la ilusión de mejorar. Los afectados por esta enfermedad son todos y sin distinción unos auténticos titanes, que se levantan a diario con la firme intención de luchar a destajo contra una enfermedad degenerativa que poco a poco los imposibilita y le come todas y cada una de sus ilusiones, cada día que termina para ellos es un triunfo y esa es la mejor  lección de vida que todos podemos aprender. Levantarnos cada día pensando lo afortunados que somos y tratar de relativizar las cosas, pensando que hay problemas muchísimo más graves que los que nos encontramos nosotros en nuestra vida cotidiana. Todo un canto al "Carpe Diem"

    Y a partir de este momento a pensar en la Carrera de Montaña del  Alto Sil, cuyo punto más alto, la cima de La Campona a 1600 metros de altitud,  luce así de bonita a apenas 3 semanas dela prueba.



    Nos vemos en Santa Cruz del Sil,

    Carrera de montaña Alto Sil 2014

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    Si me pongo a hablar de una carrera de montaña que sale de un genuino pueblo  minero del Bierzo, que tras ascender 3 cumbres y un cortafuegos bestial conocido como "el muro", pasar por una preciosa aldea semi abandonada, y correr por el lateral del cauce de un río con el agua por encima de los tobillos durante unos cuantos kilómetros,  vuelve al punto de partida para degustar una fantástica paella, a mucha gente no le dirá nada, pero para  mi es la carrera más importante del año.

    Dicen los corredores punteros del trail  que esta prueba no tienen nada que envidiar a las carreras de la copa del mundo en las que han competido con  anterioridad. Para mi que soy un corredor más básico que el arado de vertedera y que como solo corro por las montañas de esta tierra  no estoy en condiciones de realizar comparaciones, es una carrera muy especial.  Desde que participé por primera vez hace 2 años, siempre ha cumplido con creces mis  expectativas y no me imagino otra carrera mejor en el mundo. No es la prueba más larga, ni la más dura, ni asciende  las montañas más emblemáticas, pero gracias a la gente de los pueblos  y a la organización, el corredor se siente como en casa desde el primer minuto y consigue evadirse del mundo  y sus preocupaciones durante el tiempo que pasa por esas hermosas tierras del Bierzo. Este año y debido a la fuerte demanda ya daba por perdida la posibilidad de participar, hasta que a última hora el diablo decidió ponerse de mi parte y cuando ya pensaba que los dorsales  se habían agotado, ¡zas! conseguí inscribirme, lo cual le da mayor valor a mi participación.

    Perfil Carrera de montaña Ato Sil 2014
    Hablemos de la prueba: ¿En que condiciones llego a esta edición? Pues con 142 km de cacos (70% caminar y 30% correr) y 164 km de bici en las piernas. ¿Serán suficientes? Estoy convencido que si.  Lo más importante no es el volumen en si, sino el hecho de haber  conseguido recuperar la motivación de entrenar en el invierno leonés y el volver  a ser capaz de salir a correr en solitario,  algunos tramos completamente a oscuras,  con 0ºC en el termómetro  y  a las 10 de la noche  o el hecho de  conseguir levantarme a las 7:30 de la mañana para coger la bici y salir a hacer kilómetros con este clima tan tropical que tenemos por estas tierras. Quizás lo expuesto no tenga ningún mérito, pero me gustaría a mi ver al fantasma del Osmin ese de la tele   haciendo algo similar, igual luego la calle dejaba de ser su gimnasio y su "método" no era tan exclusivo. También podría empezar a buscar excusas por si todo saliese mal: que siempre entreno por carretera o pista casi llana, que no piso la montaña desde agosto del año pasado, que solo un día superé y por poco la 1:30 h de entrenamiento, que mi desnivel acumulado total no se aproxima ni a los 1000 metros, pero no dejan de ser justificaciones completamente baldías porque todos los años es lo mismo y siempre consigo terminar la prueba. Físicamente me siento muy bien y anímicamente estoy mejor que nunca. El único aspecto que me descoloca un poco  es que la casualidad ha querido me apenas 9 días antes de la prueba me haya tocado pasar por el taller para  un implante dental (como dicen en mi casa es una pena que el tornillo que me pusieron no fuera el que me falta en la cabeza, pero puestos en contacto con la fabrica me han dicho que después de 38 años ya no estoy en garantía y que a estas alturas  ya no tengo repuestos) y consecuentemente he estado tomando antibióticos y inflamatorias hasta apenas 3 días   antes de la prueba, lo que me produce un cierto respeto. Espero que no me afecte, pero siempre queda la duda de si la ingesta de fármacos me ha podido afectar y si me pasará factura en una prueba que se presenta dura y en la que me aproximaré a las 6 horas de esfuerzo continuado. Ahora bien, lo que no depende de uno no es un problema así que "p'alante" y sin pensar en ello.

    Y llega el día señalado en rojo en el calendario. Radio Alto Sil retransmitiendo desde Santa Cruz del Sil. Hoy estamos aquí para presenciar el combate entre 2 pesos pesados (y nunca mejor dicho). En la esquina derecha con calzón negro, camiseta de rayas y un peso oficial de 97,1 kg tenemos al Bisonte del Carbayedo. En la esquina izquierda con 32 km de distancia, 3550 metros de desnivel acumulado y 3 cumbres a la Carrera de montaña Alto Sil. Antes de empezar el combate quiero dejar claro que quiero un combate limpio y que no estarán  permitidos los "golpes bajos". Alto Sil , no se permiten piedras resbaladizas en le cauce del río, ni rocas sueltas en las bajadas, ni hoyos escondidos, ni raíces traicioneras en el recorrido y mucho menos comenzar la paella sin que llegue el último corredor ¿entendido?.... Bisonte, no se permite atajar, salirse del recorrido trazado, ni lo que sería  aún más grave,  contratar ayudantes que te preparen una cordada o te pongan unas escaleras para subir más cómodamente "el muro" al estilo Jesus Calleja, ni contratar 4 sherpas bercianos que te suban a hombros al Pico Negro ¿entendido?  Pues nada,  una vez sentadas las normas básicas puede comenzar el combate, que cada contrincante se sitúe en su lugar y que gane el mejor

    Salida de la prueba
    Como siempre llego al control de chips con apenas 5 minutos de margen (esto y lo de no dormir bien la noche antes de la prueba por los nervios son marcas de la casa). Pasan los años y a pesar de acumular experiencia, algunos seguimos siendo igual de cenutrios que siempre. Entramos  en el cercado y a esperar la cuenta atrás. La temperatura es muy buena y el ambiente es sencillamente espectacular.

    He de decir que antes de esta prueba y con el fin de mejorar mi rendimiento tras el desafortunado incidente de la cuerda en la Transcandamia (si suben 400 corredores agarrados a la misma cuerda y solo te caes tu, es que algo no estás haciendo bien) consulté a los mejores "gurus" del trail y todos me dijeron lo mismo: en esta disciplina deportiva tienes menos futuro que Andres Iniesta como animador socicultural en una fiesta universitaria, eres lento, malo y más descordinado que un  japonés  bailando sevillanas en un tablao flamenco, así que tienes 2 opciones equiprobables: o te dedicas a un deporte que se adapte a tu morfología tal  como el sumo japones, la lucha leonesa o el ajedrez o puesto que vas a llegar de los últimos en todas las carreras, hazte amigo del corredor escoba. Y como soy un tío muy obediente opté por esta segunda opción, así que aunque cuando dan la salida  los corredores salen como toros desbocados, yo  me coloco en la última posición y  salgo del pueblo en compañía de mi viejo compañero de aventuras en la pasada edición, el siempre temido  por los últimos del pelotón  "corredor escoba".

    La subida a la primera cumbre la hago íntegramente andando tal y como estaba planeada. El cuerpo pide correr pero la prueba es larga y las fuerzas limitadas. El último km de subida lo hago en la grata compañia de Javier Llano hasta coronar el alto de la Chañada en  35'20" .Comienza el descenso por el cortafuegos, momento en el que poseído por el espíritu del esquiador transalpino Alberto Tomba decido lanzarme en zig-zag , aprovechando los bastones y sin la más mínima y elemental precaución.  La  consecuencia directa es que a las primeras de cambio me llevo una culada interesante como aviso a navegantes. A partir de aquí prudencia el resto del descenso, saltamos el riachuelo  y comenzamos a subir "el muro", que para los que no lo conocen les diré que es un cortafuegos con 400 metros de desnivel acumulado en algo menos de 1000 metros de longitud. Como las fuerzas siguen intactas y gracias a   la ayuda de los bastones  la subida se me hace mucho más liviana que el año anterior, coronando en 1h'00':38" (km 5), Primer tramo completado sin complicaciones. Dejamos el senderismo y nos pasamos al atletismo.

    Cortafuegos conocido como "El muro", Km 4 de la prueba
    Comienza un tramo básico en mi planificación de la prueba,  ahora toca correr lo más  rápido posible  para no volver a preocuparme más del cierre de control.  Según mis previsiones debería correr a ritmos de entre 5:15 y 5:45 por  km los próximos 5 kilómetros para  no volver a preocuparme del cierre de control en toda la prueba. Para mi sorpresa los primeros  300 metros me cuesta mucho correr normal, supongo que consecuencia de la fuerte pendiente del muro, los músculos están  atrofiados  y me siento como si me hubiesen puesto grilletes en los tobillos, afortunadamente el "efecto pingüino" se me pasa pronto y recupero  sensaciones. En este tramo voy saludando corredores: Santi, Javi, Fernando (perdón si me dejo alguno), 

    Al llegar a las primeras casas de Páramo me encuentro con un grupo de unos 15 corredores y pienso para mi ¡que tío más majo y más profesional este Lolo Diez¡ que ha sido el primero en poner  un “globo” de 5h:30 en una carrera de montaña para que tengamos referencias.  Como sigo yendo  muy cómodo adelanto al grupito  y miro mi  Garmin  por curiosidad y para mi sorpresa veo que voy  corriendo a ritmos ligeramente superiores a 4min/km, lo cual me parece sorprendente  porque no corro a esta velocidad desde 1999 y eso era el siglo pasado. Mi primer pensamiento es para los administradores del sistema global de localización por geoposición, que se deben de haber dado todos a la bebida, la semana pasado perdieron un avión en Malasia sin dejar rastro en los satélites y hoy tienen todos los satélites con sistema de retardo para que algunos ilusos  pensemos  que vamos  más rápido.

    Llegando al avituallamiento de Páramo del Sil
    En fin, un último arreón  antes  de alcanzar el avituallamiento. Enfilar la subida final al pueblo de Páramo de Sil y ver a toda esa gente animando y escuchar el sonido de los cencerros es una autentica gozada. Y llegamos a Páramo (km 9). Toca parada larga en boxes,  hora de estirar, comer y beber abundantemente que esta batalla promete ser larga y el calor aprieta de lo lindo.  

    Arrancamos con un tiempo de 1h:29´:00" camino de la  subida a la segunda cumbre del día. Es el  tercer tramo según mi planificación y  toca volver  al senderismo. Caminando a ritmo vivo voy ascendiendo sin contratiempos al Alto de La CamponaPrimero por un tramo  llano ascendente por un bosque entre robles y castaños centenarios y posteriormente por estrechos senderos entre escobas y matorral bajo, hasta alcanzar el pie de la montaña y comenzar el ascenso de verdad ya por pistas más pendientes, hasta pisar las primeras nieves en el km 15 aproximadamente.

     Km 17 de la Subida a La Campona, 

    La nieve esta dura y es mucho menos abundante que en  las 2 ediciones previas,  pero a mi me desgasta un montón. Mi peso es  un handicap importante para esta disciplina deportiva,  me entierro más en la nieve que otros corredores más ligeros, y cada 5 o 6 pisadas siempre hay una en la que meto la pata en nieve por encima de los tobillos,  lo que me supone un mayor desgaste a nivel muscular e ir dejando por el camino energías que probablemente me harán falta más adelante.

    Pasando por el arco publicitario del Alto de La Campona, 
    Correr sobre un precioso manto blanco de nieve y ver un arco publicitario en mitad de la nada es algo mágico e impresiona. A penas 100 metros más tarde toca nueva parada en boxes al paso por la cabaña de La Campona  donde llego con un tiempo de 2h:57:18". Para prevenir calambres o al menos tratar de retrasar su aparición  lo máximo posible me tomo una pastilla de potasio/magnesio y rápidamente arranco camino de Primout por donde debo pasar en menos de 3h;45' si no quiero que me cierren el control de paso

    Pista abierta en la cima de La Campona para el paso de corredores
    Al paso por cima trato de correr de nuevo, pero noto molestias en la planta del pie derecho  como si tuviera una pequeña rozadura. En principio mi intención es seguir hasta alcanzar sobrepasar el control de paso de Primout, no obstante apenas 1 km más adelante y condiciendo con el tramo de pista que no tiene nieve (aunque a los lados haya más de un metro de nieve) me tengo que detener. Voy con  los pies mojados desde muchos km atrás,  quedan todavía unos 14 km a meta y entiendo que es más prudente comprobar que sucede con mis neumáticos por miedo a que se  esté formando  ampolla. Me aparto a un lado del recorrido  me quito el calcetín, y efectivamente estaba en lo cierto, ya tenía un rozadura (afortunadamente todavía sin ampolla) y me aprovecho de que gracias a   la mochila  voy mejor equipado  que los cosacos que ha mandado Putin para invadir Crimea. Me pongo un compeed y mano de santo (no vuelvo a sentir molestias en toda la carrera). Detalle a destacar y  agradecer es que prácticamente la totalidad de los corredores que me adelantaron se interesaron por mi estado, lo que demuestra el buen rollo y el compañerismo  que existe en esta disciplina de las carreras por montaña. 

    Primer km de bajada, camino de Primout
    Sin más  dilación, mochila al hombro de nuevo y camino de Primout. Suelo ser mucho mejor bajando que subiendo, pero hoy bajo bastante peor de lo esperado. Y pensar que por estas cuestas bajé hace 2 años sin conocer el sendero, con nieve y niebla como un autentico poseso. Supongo  que el limite que separa la inconsciencia de la temeridad es muy tenue y hace 2 años era bastante más cafre que ahora. Hoy sin embargo voy sin confianza y aunque no es  una bajada complicada prefiero bajar con cautela.  El tramo final de bajada es una autentica yinkana, entre cruzar arroyos, esquivar ramas a derecha e izquierda, atravesar zonas con el barro por encima de los tobillos y agacharse para pasar por debajo de troncos tirados apenas a  metro y medio del suelo, uno tiene la  sensación de estar haciendo pruebas para entrar en los marines americanos.

    Bajada de La Campona, camino del pueblo de Primout
    Y finalmente entro  en la preciosa  aldea semiabandonada de  Primout y es espectacular la cantidad de publico que hay este año animando. Alcanzo el control de paso de Primout en un tiempo aproximado de 3h:30' (15 minutos de margen hasta cierre de control) y Objetivo cumplido. Segunda parada larga en boxes. Estiramientos, hidratación, algo de réflex para cuadriceps y biceps famorales  y tras 5 minutos de pausa a correr toca. Este tramo es muy cómodo, siempre pica para abajo pero sin apenas pendiente y se puede ir muy rápido. Salgo completamente solo  del pueblo y con el fin de encontrar  alguna referencia  decido contar el numero de corredores que soy capaz de adelantar,  pero para mi sorpresa a las primeras de cambio sucede lo contrario y me  adelantan 3 corredores gallegos que vienen fuerte desde  atrás y decido cogerles rueda como en ciclismo. No voy tan fuerte como hace 2 años pero voy infinitamente mejor que el año pasado,   ya que en esta zona fue donde colapse muscularmente y las pase canutas de aquí a meta.

    No tengo la sensación de ir rápido, pero lo cierto es que voy poco a poco adelantando corredores y finalmente llego a   la Braña  de Santa Cruz en 4h:03´:03" tras haber adelantado 18 corredores, lo que no está mal.

    Tramo de recorrido entre Primout y La Braña de Santa Cruz
    Parada muy rápida en el  avituallamiento y camino del Pico Negro (casi nada). Lo primero es cruzar el río que este año baja con bastante agua. Voy tan concentrado que ni si quiera me percato de  que han puesto una cuerda de apoyo (lo cierto es que después del incidente en  la Transcandamia tampoco me fío yo mucho de mi habilidad en el uso de cuerdas) y me lanzo a cruzar como si liderase una manada de bisontes en estampida. Todo el día quejándome de mi peso y por fin encuentro una ventaja, para que me lleve la corriente no es necesaria una crecida, sino  un tsunami  ¡menudo es el bisonte!

    Cruzando el río (por detrás un corredor agarrado a la cuerda)
    Al principio de la subida me detengo para gastar mi última bala y tomarme un gel de absorción rápida. ¡uffff! Visto desde abajo y a estas alturas de la prueba,  el Pico Negro mete miedo. A partir de ahora, mochila al hombro, apretar bien los cordones de las zapatillas, agarrar fuerte los bastones, agachar la cabeza y procurar concentrarse en el esfuerzo para mantener un ritmo de subida constante. Es un pico jorobado, es muy constante en pendiente, sin ningún descansillo y uno ya llega castigado, no obstante no tengo ninguna queja de la subida.  

    Finalmente corono en  4h:40´:30" (37´:27" de tiempo de subida y puesto 281 de la general masculina en la clasificación parcial). El mundo al revés, hoy estoy subiendo mucho mejor que bajando. Aparentemente me veo bien físicamente  pero veremos que sucede en el tramo final. La parte teóricamente más complicada de la prueba ya esta superada y solo quedan 5-6 km de descenso hasta Santa Cruz del Sil. Digo lo de relativo  porque para el 95% de los corredores lo peor ya ha pasado,  pero  para mi esta zona es la peor de toda la prueba, de hecho yo la denomina “The Walking Dead” porque las 2 últimas ediciones llegue a meta convertido en un cadáver andante. Si Llegas con fuerzas y las piernas te responden puedes adelantar a muchísimos corredores, ahora bien si llegas jodido te conviertes en zombie y las pasas canutas. ¿que tocará este año?

    Arriba aprovecho para saludar a Jose Manuel que está de juez arbitro con el cronometraje oficial, y para mi sorpresa me comunica que debo  acelerar porque en el siguiendo avituallamiento hay previsto  un control de paso y falta poco para el cierre de control. ¡Cagu’n mi mantu! Esto no entraba en mis planes y menos teniendo 1h:20' de margen para llegar a meta (el tiempo límite en meta son 6h). Con el peligro del cierre de control,  me lanzo a la carrera para abajo y nada más necesito 300 metros para saber que este año no solo   volveré a ser zombie, sino que este año voy a ser el rey de los muertos vivientes y la mismísima reencarnación de Michael Jackson en Thriller Madre mía que dolor de cuadriceps, no se me suben porque voy con malla corta de compresión, pero cada zancada es un suplicio. A duras penas y haciendo un esfuerzo ímprobo intento correr al menos hasta el último avituallamiento y una vez que libro el control de paso constato que estoy literalmente  para que me coman los lobos.


    En el último avituallamiento. Correr el Alto Sil con una sola pierna tiene mucho mérito.

    Tiempo de paso por este último avituallamiento 4h:53':31". A partir de aquí el único objetivo es  llegar a meta como sea  aunque sea reptando como una culebra de río. Por suerte ya empiezo a tener experiencia en gestionar este tipo de situaciones, al fin y al cabo todas mis carreras acaban casi siempre igual. Eso no quita que para mi  sea tremendamente  frustrante llegar sin piernas a meta en todas las pruebas, cuando a nivel orgánico llego bien y con la sensación de poder correr mucho mas rápido, pero es lo que hay y pensar otra cosa es perder el tiempo.

    Tramo final de bajada camino de Santa Cruz del Sil 
    Lo que toca  es regular, tirar de experiencia y tratar de avanzar de la manera más cómoda posible. Gracias a los bastones de travesía consigo descargar parte de la presión sobre las piernas y caminando soy capaz de avanzar de una manera más o menos digna. A media bajada y a unos 2 o 2,5 km de meta me encuentro con el famosa nueva sorpresa de Lolo Diez, que se ha estrujado los cuernos para encontrar un  nuevo tramo espectacular, pero a mi particularmente me acaba de rematar. Es un tramo de  bajada por un camino anegada sobre lecho de barro y piedras y en muchos tramos con el agua por  los tobillos, sin contar con que todavía tienes que pasar un par de veces riachuelos con agua muy fría. 

    .
    Apenas a  un km de meta me adelanta un participante que baja  corriendo a un trote cochinero y al pasarme me anima, pero le contesto que no puedo correr  cuesta abajo porque voy sin cuadriceps.  Unos  100 metros más adelante  cogemos un falso llano ascendente y más por orgullo torero que por fuerzas,  echo a correr y le adelanto. Le animo yo a él y me dice que no puede correr subiendo que va sin gemelos ¡¡¡Alto Sil en estado puro!!!, finalmente el  breve tramo de subida se acaba, el camino se empina para abajo y  vuelvo a la triste realidad, veo como el compañero se aleja irremediablemente y yo vuelvo a avanzar convertido en Chiquito de La Calzada, cruzamos el ultimo puente y veo la primera casa del pueblo. Este año el final es cuesta arriba y calculo que quedaran apenas 300 o 400 metros. En circunstancias normales estaría jurando  en arameo, pero voy tan "tocao" de cuadriceps que cada cuesta arriba es una bendición, así que gastando el ultimo álito de energía, aumento zancada y entro en meta muy cansado pero con la inmensa satisfacción del deber cumplido.

    Esto es lo que queda de mi después de la batalla (un par de kg se han quedado por la Sierra de Gistredo)

    En meta un tiempo oficial de 5h:30':57" en el puesto 346 de la clasificación general masculina (sobre 372 corredores masculinos en meta) y puesto 365 de la general total (sobre 393 corredor@s en meta) y sobre 450 corredor@s  que creo son los que tomaron la salida de la prueba. El ganador de la prueba fue Zaid Ait Malek con un tiempo de 2h:52':40", quien  podría haber dado 2 vueltas al recorrido de la carrera y todavía habríamos llegado casi a la vez.

    La paella de meta
    Para concluir una ducha con agua fría para resucitar de entre los muertos y una paella en buena compañía que sirve para rematar un día fantástico. Una jornada para desconectar del mundo , para disfrutar y para conocer nueva gente del mundo del trail y que merece mucho la pena:  al lobo de monte  Rubén Seco (que carrerón has hecho gallego), a  mi paisano Ruben Nembra (demonión, estás casi tan “averiao”· de la cabeza como yo, je,je), a Javier Llano (este año  no has podido acabar pero el año que viene lo consigues seguro) y a Eduardo Flecha (hoy has tenido un mal día y aún así has conseguido terminar, pero en la Zegama vas a volar).

    Conclusiones:
    1.- De las 21 mujeres que llegaron a meta, me ganaron 19.  Claramente la opción de operarme para cambiar  de sexo con el fin de mejorar en la clasificación no parece una buena opción.  En categoría masculina soy  malo, pero con lo guerreras que son las chicas en trail,  mi futuro sería mucho más oscuro en categoría femenina.
    2.- Una lastima que ningún productor de Hollywood se haya pasado por Santa Cruz, mi fantástica interpretación de muerto viviente los últimos 4-5 kms era merecedora de un papel protagonista en alguna serie americana/película americana de terror.
    3.- Si Dios quiere y You event o cualquier otra plataforma de inscripción no lo impide , volveré año tras año a Santa Cruz hasta el fin de mis días.  Los buenos dicen que es una carrera que nada tienen que envidiar a las mejores de la copa del mundo, los demás corredores disfrutan como enanos y yo que soy muy malo digo que para mi no hay otra carrera igual en todo el mundo
    4.- Solo hay un camino valido para mejorar en esta disciplina: ENTRENAR, ENTRENAR y ENTRENAR. No hay atajos y  es un deporte justo, si entrenas corres más tiempo y más distancia y sino todos los años acabaré exactamente igual que hoy.

    Mi último recuerdo es para  los habitantes de Santa Cruz y Páramo del Sil y para todos y cada uno de los colaboradores, voluntarios, fotografos y en especial para Lolo Diez ( corazón y alma mater de esta grandísima prueba). GRACIAS A TODOS Y CADA UNO DE VOSOTROS  por hacer posible esta carrera y por dejarnos formar parte de ella. Gracias por vuestro trabajo desinteresado, por vuestro esfuerzo y dedicación y por hacerlo todo siempre con una sonrisa y con esas ganas de ayudar que hacen del Bierzo una de las tierras más acogedoras que conozco. 

    ¡¡¡JOerr!!! Como se nota que es mi carrera favorita del año,  esta crónica se me ha ido claramente de las manos...poco más y  acabo escribiendo "Guerra y Paz", igual de larga  aunque evidentemente con bastante menos calidad literaria que  León Tolstói.


    Este viaje no termina aquí. Próxima paradaTrail de La Biosferaen Ciñera de Gordón.


    Nos vemos corriendo.

    Seronda Trail Series

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    Por fin llegó la seronda  (otoño en asturiano) a las montañas asturleonesas y con ella el circuito de carreras por montaña Seronda Trail Series. Serán 3 pruebas en 28 días (Sayambre, Redes y Peñamayor) para totalizar 87 kilómetros de distancia y 11.800 metros de desnivel acumulado. A simple vista puede no parecer demasiado, pero sale una pendiente media del 13,56% o lo que es lo mismo, es como ascender una montaña de 5.900 metros mientras  corres   43,5 kilómetros de distancia, para después descender la citada montaña mientras encadenas  una segunda "maratón" y así visto si que mete un poco más de miedín por la cabeza ¿o no?

    Teniendo en cuenta que finalizo casi  todas las carreras de montaña caminando como Michael Jackson en el videoclip Thriller, que la semana siguiente a cada prueba  tengo unas agujetas del tamaño de las lanzas que le clavan  al Toro de la Vega en Tordesillas y que a nivel muscular tardo más días en recuperar   que la naturaleza en biodegradar completamente una bolsa de plástico de Carrefour, no es descabellado pensar que me hallo ante el reto más exigente de la temporada.

    Para acabar de rematar y producto de la inconsciencia y el exceso de motivación, planteé horriblemente la preparación de esta prueba, entrenando como una bestia parda las primeras dos semanas de Septiembre y sin molestarme lo más mínimo en escuchar a mi maltrecho organismo, hasta que mi gemelo derecho dijo basta cuando apenas quedaban 14 días para la prueba. Olvidé una premisa básica de la vida, una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil y dicho eslabón en mi caso, con permiso de mis rodillas, son las lesiones musculares en el tren inferior (gemelos, sóleos, cuadriceps, tendones de Aquiles...).

    No lo quiero ni ver
    Llegados  a este punto solo cabe mirar para adelante y afrontar el reto con respeto e ilusión. Si finalmente lo consigo no podré más que  agradecer la colaboración a 2 personas: Robertín Dieguez por sus consejos, su ayuda y su interés y a Carlos Justel porque sus manos han conseguido arreglar mis maltrechos músculos, donde las contracturas empezaban a parecer nudos marineros... y si no lo consigo, al menos lo habré intentado. No hay disculpa posible en este último caso y no cabe apelar a la mala suerte. Una mala planificación y un error de planteamiento no pueden esconderse bajo el epígrafe de la suerte, si bajo el de de la estupidez y la insensatez humana.

    Lucharemos por esa chaqueta de finisher y si en última instancia se consigue, tendrá más merito y más valor que la mismisima chaqueta verde que le entregan al ganador del  Master de Augusta de golf.

    Ningún mar en calma hizo experto a un marinero. Nos vemos en Oseya de Sayambre chavales. Alea iacta est.

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